«Se está haciendo política con el agua en vez de política del agua». Esta quizás sea la frase más repetida del consejero insular de Aguas durante el mandato que está a punto de concluir. Este jueves la ha vuelto a pronunciar pocas horas después de que el Ayuntamiento de Los Silos se haya sumado a la petición de un sistema de depuración natural para la Isla Baja, desmarcándose de las indicaciones del Consejo Insular de Aguas (CIATF).
Manuel Martínez pasaba por El Día Televisión para, entre otras cosas, opinar sobre lo ocurrido en el pleno extraordinario de Los Silos, recogido por DAUTE DIGITAL. Además de lamentar que se esté haciendo política con el agua, el consejero ha señalado que decisiones como estas «paralizan la implantación de una depuradora necesaria» y advierte: «Cada administración es libre de decidir qué sistema quiere, pero tendrá que ver cómo soluciona el problema».
«Estamos jugando con la política a pocos meses de las elecciones, pero las responsabilidades que tenemos cada uno en nuestras respectivas administraciones nos obligan a tomar decisiones con criterio», ha apuntado. El Ayuntamiento de Los Silos se ha sumado por unanimidad al planteamiento de Buenavista y solo falta que se posicione Garachico. Este cambio de criterio hizo recordar a Martínez que en 2017 los tres alcaldes comparecieron en rueda de prensa junto a Carlos Alonso y el propio consejero para presentar el sistema de saneamiento y depuración comarcal, que implicaba invertir unos 14 millones de euros en la comarca.
«La Isla Baja es una de las zonas con mayor cultivo de plátano y ahora mismo no hay otra fuente de agua; en verano, los agricultores lo pasan muy mal», por lo que sigue defendiendo la reutilización del agua depurada para el riego de las fincas.
La propuesta de los expertos convocados por la Plataforma Los Silos-Isla Baja que han secundado las corporaciones de Buenavista y de la Villa silense plantean descentralizar el sistema de depuración y apostar por el mecanismo natural, destinando el agua depurada a la regeneración del acuífero insular. «A las depuradoras llegan toallas, compresas, bastoncillos y todo lo generado de las aguas negras. ¿Vamos a tener eso en siete depuradoras? Eso no se lo comen las plantas que haya alrededor», ironizaba Manuel Martínez.
El consejero ha explicado que, sea cual sea el sistema, es necesario disponer de una instalación industrial para realizar el tratamiento primario de la depuración, es decir, separar el lodo de las aguas fecales. Por eso, defiende que «es mejor llevar todo a punto a punto y aprovechar el agua resultante, que además es pública: no podemos dársela al de la finca de al lado».
«No estamos en contra de la depuración natural»
Martínez recuerda que el CIATF apuesta por la depuración natural para núcleos pequeños, como las implantadas en los últimos 20 años en el Parque Rural de Teno y las que quedan por instalar, «pero para núcleos importantes no consideramos que sea la mejor tecnología». «Si en los pueblos grandes hay problemas para ubicar una depuradora, imagínense con siete, por muchas plantas que pongamos alrededor», ha apostillado.
Además, sobre la propuesta de destinar el agua depurada para regenerar el acuífero insular, ha advertido que para eso es necesario contar con un plan de control y de análiticas. Por ello, el consejero deja la pregunta en el aire a las administraciones competentes en materia de saneamiento: «¿Los ayuntamientos se van a hacer cargo de eso en los siete puntos de depuración?».