El Cabildo de Tenerife, a través del Área de Carreteras, ha dado este viernes por finalizados los trabajos de mejora y consolidación en el tramo de ladera ubicado en el margen izquierdo de la carretera TF-42, antes de llegar al túnel de El Guincho, entre los municipios de Icod de los Vinos y Garachico.

El vicepresidente y consejero de Carreteras, Enrique Arriaga, recuerda que esta actuación tiene su origen en «un desprendimiento acaecido en la madrugada del pasado sábado 26 de septiembre, que afectó a la vía», un suceso del que no informó el Cabildo. «La ladera montañosa desde la que se produjo se ubica dentro del espacio natural protegido de los Acantilados de La Culata, un área que se caracteriza por un relieve abrupto y accidentado, sometido, además, a procesos de erosión que van degradando y alterando dicha ladera», señala.

El consejero indica que las tareas realizadas han consistido en una inspección in situ ejecutada por personal del Servicio Técnico de Carreteras y Paisaje y un equipo de especialistas en trabajos verticales para detectar las zonas potencialmente inestables. En base a ello, se ha desarrollado sobre una superficie de 700 metros cuadrados una limpieza y saneo manual de bloques inestables, incluyendo el corte y retirada de vegetación y material suelto con riesgo de desprendimiento. La actuación en la zona se ha completado con la ejecución de un dispositivo de estabilización, conformado por paneles de red de cable y perimetralmente por un cable de acero anclados al terreno.

Durante la ejecución de estos trabajos se ha mantenido cerrado al tráfico, para garantizar la seguridad, el carril derecho contiguo a la ladera, destinado a vehículos lentos en sentido Santa Cruz, dejando un carril por sentido de circulación, «lo que ha favorecido que la afección al tráfico no haya sido relevante», dice el director insular de Carreteras, Tomás García. Las obras han sido ejecutadas por la empresa concesionaria encargada de la conservación y mantenimiento de dicha vía.