Filomena hace correr el agua por los riscos de la Isla Baja

Las fugas de Espinosa y Vinatea ponen la cara amable de una borrasca que se ha dejado notar durante toda la semana en la comarca

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No ha podido competir con el manto blanco del Teide, pero la borrasca Filomena también ha dejado imágenes impresionantes en la Isla Baja, cada vez menos frecuentes.

Las intensas lluvias caídas en los últimos días, especialmente, en las zonas altas del norte de la isla han hecho correr el agua por los riscos de la comarca. Destaca, como suele ocurrir en estos casos, la fuga de Espinosa, el límite natural que separa los municipios de Garachico y Los Silos a los pies de La Caleta de Interián.

Varios curiosos no desaprovecharon este sábado la oportunidad de acercarse al Camino Viejo de La Caleta para apreciar de cerca una de las estampas más bonitas de los temporales en la comarca. La última vez que el agua corrió con tanta fuerza en ese lugar fue en febrero de 2016.

Otra de las fugas más fotografiada de la Isla Baja se encuentra no muy lejos de allí. Es la de Vinatea, que nace en Tierra del Trigo y cae hasta las inmediaciones de la antigua hacienda de Daute, en la entrada de Los Silos. Los estanques que recogían este sábado el agua que caía del risco estaban a rebosar, mientras los propietarios de las fincas contaban a DAUTE DIGITAL la bendición que supone para sus cultivos contar con esa cantidad de agua almacenada para los próximos meses.

La borrasca Filomena, que terminará esta semana ya debilitada, se marcha de la Isla Baja sin grandes desperfectos, más allá de los ocasionados por el viento el pasado lunes en algunos decorados navideños de Garachico. El oleaje tampoco ha supuesto gran peligro, a pesar de encontrarse las islas en alerta por fenómenos costeros. La avenida marítima de Garachico no corrió peligro, si bien se prohibió estacionar en la vía por precaución.

Reportaje fotográfico: Leticia Dorta