Las campanas de la torres de la iglesia de Los Silos vuelven a estar en el centro de la polémica, como ya ocurriese hace una década. El motivo: las quejas de algunas personas por las molestias que ocasiona el toque de las horas por la noche.

En 2010, un vecino que vivía justo detrás de la Parroquia de Nuestra Señora de la Luz se quejó porque las campanas le impedían conciliar el sueño. La población del municipio se movilizó mayoritariamente, recogieron firmas y el párroco por aquel entonces, Argelio Domínguez, se negó a suprimirlas alegando que no estaba en su manos porque se trataba de un asunto relativo a «la idiosincracia del pueblo».

Hace tres años, una pareja de silenses que también reside en la trasera del templo solicitó a la Parroquia y al Obispado que se silenciase el toque por la noche por el mismo motivo. Tanto el párroco, Javier Izquierdo, como el Obispado aceptaron y las campanas dejaron de sonar entre las 21.00 y las 8.00 horas.

En 2017, la decisión no trascendió públicamente hasta que los vecinos comenzaron a echar en falta las campanas. Sin embargo, el asunto se quedó ahí y los tañidos siguieron ausentes por la noche.

Ahora, la polémica se reabre después de una nueva queja de los demandantes. El pasado mes de diciembre se ampliaron los toques hasta medianoche a petición de la Comisión de Fiestas de la Luz 2020, en previsión de una fiesta de fin de año que finalmente no se realizó.

Las campanas siguieron sonando hasta las 12 hasta finales de enero, cuando la pareja se dirigió al Obispado y el actual párroco, Carmelo González, dio a conocer la misiva en la iglesia.

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«A mí me gustan las campanas, pero no cuando intento dormir; es una cuestión de salud», comenta el matrimonio a DAUTE DIGITAL, que asegura que les era imposible conciliar el sueño.

Desde el Obispado argumentan que «la práctica habitual en la Diócesis es que, si algún vecino se siente perjudicado, las campanas no suenan de noche». Se basan para ello en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que en 2011 falló al respecto por un caso ocurrido en la pequeña localidad de Sant Morí. Revocaba así una sentencia del Juzgado de los Contencioso Administrativo Nº 2 de Girona, en la que el juez reflejaba que las campanas eran «un instrumento de cultura cristiana, una costumbre ancestral de los pueblos».

«Me gustan las campanas, pero no cuando intento dormir»

Varios grupos de vecinos han tomado la iniciativa que ya llevaron a cabo en 2010: recoger firmas en contra de silenciar de las campanas por la noche. Sin embargo, con la sentencia del TSJC, son conscientes de que no pueden conseguir lo que se proponen. Por ello, el encabezado de la hoja se limita a señalar que los firmantes muestran su «disconformidad con silenciar las señales horarias del centenario reloj de la torres de Los Silos».

Incluso la recogida de firmas ha sido también objeto de polémica. La pareja que en 2017 logró silenciar las campanas precisa que estas siguen sonando entre las 8 de la mañana y las 9 de la noche, por lo que «el texto es erróneo, solo se han silenciado en horario nocturno».

La Parroquia de la Luz ha aclarado que, en todo caso, el Obispado permite que con motivo de celebraciones festivas pueden seguir sonando por la noche, con lo que las fiestas patronales y otras celebraciones de la liturgia católica, como la Vigilia Pascual, seguirán teniendo sus habituales repiques de campanas.

Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.