El municipio de Buenavista del Norte ha sido seleccionado para acoger uno de los doce proyectos de investigación en Canarias de la convocatoria 2017, financiados por la Fundación CajaCanarias y por la Obra Social la Caixa.

Se trata del proyecto Sociedad y patrimonio arqueológico. Recuperación del paisaje arqueológico del municipio del Buenavista del Norte en entornos rurales y urbanos. Se desarrollará en el bienio 2018-2020 gracias al proyecto presentado por la Universidad Europea de Canarias, con la colaboración del Ayuntamiento. El equipo multidisciplinar estará compuesto por profesionales de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de La Laguna y la propia Universidad Europea de Canarias.

Los investigadores ya han realizado una primera visita de reconocimiento en el área de trabajo, a la que se sumó el personal técnico de las áreas de Participación, Desarrollo Local y Turismo del Ayuntamiento, así como representantes del equipo de gobierno del consistorio local.

Para la alcaldesa, Eva García, supone «una magnífica noticia para nuestro municipio», a lo que añade que «desde la gestión pública es necesario establecer determinadas líneas de trabajo con la gestión del patrimonio donde se incorpore la participación de la población local, fundamental para crear conciencia en pro de su conservación«.

García destaca «la colaboración estrecha que venimos manteniendo con la Universidad Europea de Canarias, traducida en la organización conjunta de las Jornadas de Patrimonio y Turismo que celebramos cada año, y que ahora además se fortalece y materializa con este nuevo e ilusionante proyecto».

En palabras de Elena Pérez, directora e investigadora principal, «este proyecto tiene como finalidad recuperar el paisaje arqueológico de Buenavista del Norte, tanto en espacios rurales como urbanos, a través de una metodología de análisis con un enfoque social y participativo para integrar en el desarrollo urbano y económico del municipio los elementos materiales arqueológicos, en general, poco visibles y apreciados entre la población local».

Según argumentan sus promotores, es una propuesta que pasa por «explorar la potencialidad que ofrece la percepción social como una vía para consolidar la conservación e incorporación real del patrimonio arqueológico e integrarla como una herramienta útil en el discurso urbano (su ordenación) y en el económico (como parte de la creación de productos innovadores para el desarrollo social, cultural y económico del municipio)».