Hay lugares que no se puede permitir que se olviden con el paso del tiempo. Lugares con historia, magia, recuerdos de tantos momentos y personas. San Pedro de Daute, núcleo poblacional de Daute, guarda muchas historias que deben ser contadas.

Antiguamente, antes de que la lava cubriera Garachico, el muelle llegaba hasta este barrio del municipio. José Velázquez Méndez, cronista garachiquense cuenta a DAUTE DIGITAL que sus vecinos, 628 en aquel momento, se dedicaban a las labores del mar, aunque no en los grandes navíos que entraban, sino en pequeñas embarcaciones. Y, además, ayudaban en los trabajos que se desarrollaban en el puerto.

Muelle viejo de Garachico

Fruto de la importancia del puerto, al que llegaban barcos de muchos sitios del mundo, se produce un intercambio cultural que ha desembocado en que hoy Garachico tenga la cultura muy presente. Por allí entraban canciones, romances, libros, historias de otros países que hacían del municipio un lugar más rico.

Fue precisamente por esto, por el crecimiento que traía consigo el muelle, por lo que consideraron oportuno la creación de una iglesia.

Puerta lateral de la parroquia antiguamente

Se cree que fue construida en 1497. Unos años después, el 23 de abril de 1515 fue declarada parroquia por el XIX obispo de Canarias, Fernando Velázquez de Arce. Se la designó Cabeza del Beneficio Eclesiástico, siendo su primer párroco el licenciado Juan Yanes.

En 1522 se decidió ampliar el santuario de mampuesto y se enmaderó. Más adelante, en 1588, la Orden de Santo Domingo de Guzmán creó un convento en el barrio y tomó la iglesia. En ella había varias imágenes: la de San Sebastián, San Pedro Apóstol, San Amaro y Nuestra Señora del Rosario.

Alrededor de 20 años después abandonan su residencia y emprenden el camino a Garachico llevándose con ellos la imagen de San Amaro y la campana grande de la espadaña. Con motivo de esto, la parroquia se fue deteriorando. La capilla mayor fue lo que quedó en peor estado.

Casa parroquial

En julio de 1602, sus mayordomos deciden restaurarla realzando sus paredes con morteros de cal. Además, encargaron a Juan Jordán las labores de carpintería.

Esta fue la iglesia principal de la comarca de Daute. Acogía a los vecinos de Santiago del Teide, Los Silos y El Tanque que llegaban allí para recibir su pasto espiritual por pertenecer a su feligresía.

Aunque el 4 de agosto de 1526, el Ayuntamiento de la isla pidió al emperador Carlos V que algunos beneficios isleños fuera divididos en dos. Entre ellos se encontraba el de Daute debido a su amplia feligresía. Y no fue hasta 1533 que una Real Cédula dictaminó la división, naciendo entonces el beneficio de Buenavista.

Sin embargo, se dice que dicha orden no llega hasta 1560 y, para entonces, ya se había erigido la iglesia de Santa Ana, por lo que fue necesario decretar nuevas divisiones del beneficio de San Pedro.

El templo del barrio iba perdiendo cada día más importancia a favor de otras iglesias que nacieron después. Más adelante, al darse cuenta de que allí ya no había muchas obligaciones que cumplir, se eliminó el beneficio y designaron a un cura vicario.

En el siglo XIX intentaron hacer algo para no seguir perdiendo importancia y poder. Llegó el párroco Bernardo Gorrín, que tuvo un papel importante porque se hizo eco del malestar de los vecinos de San Pedro.

Está claro que el barrio y su templo han sido claves en la historia de Daute y el desarrollo de las actividades religiosas. En el Ayuntamiento de Garachico lo saben y la parroquia de San Pedro de Daute será galardonada con la medalla de oro.

DAUTE DIGITAL ha hablado con el actual párroco, Domingo González Ruiz, que asegura que esto supone una alegría para todos y a la vez «un reconocimiento agradecido por la historia de esta parroquia, la primera de esta zona, madre incluso de algunas parroquias del sur». Asimismo, asevera que fue la historia la que quiso que San Pedro de Daute fuera un referente y «eso no podemos olvidarlo».

Además, harán un acto de recepción de la medalla, aunque aún no saben cuándo será. González Ruiz afirma que tienen que organizarlo junto con el Ayuntamiento.

Por otra parte, José Velázquez Méndez, cronista oficial de Garachico, habla de la importancia de cuidar el patrimonio del barrio, que cada vez está más descuidado y «va a peor”». Para conservar la historia hay que cuidar «las atarjeas, las casas antiguas, la Quinta, la casa de Interián, el Calvario de Las Cruces y la puerta de las milicias provinciales», declara el cronista, autor recientemente de un libro sobre el quinto centenario de la iglesia del barrio de San Pedro.

Casa antigua abandonada en San Pedro
Graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna. Redactora de la revista 360 Periodismo de Investigación y de Las Palmas VAVEL.