El Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC) afronta su XIX edición con las expectativas de seguir creciendo y evolucionando. Su celebración se ha consolidado en Garachico dentro del macroproyecto cultural del municipio, aunque el festival sobrepasa con creces las barreras municipales y ya ha llegado hasta a Latinoamérica. Detrás del éxito de FICMEC está el trabajo de muchas personas, encabezadas por su director, David Baute. DAUTE DIGITAL entrevista al cineasta garachiquense al comienzo de FICMEC 2017.

¿Cuál es la receta para que FICMEC se haya consolidado en Garachico?

Garachico comenzó desde hace cinco o seis años con un proyecto cultural que tiene las bases en un plan realizado con asociaciones, con artistas y con colectivos de todo tipo. Eso ha asentado las bases del desarrollo cultural que queríamos para el municipio y lo que se pretendía que fuera Garachico a nivel cultural, no solo con los eventos que se realizan sino también con planes formativos, temas de cohesión social y con muchas cosas que han generado que Garachico sea hoy un espacio donde se pueda disfrutar y convivir con la cultura. Esto hace que un festival como FICMEC se haya asentado aquí porque ya se encuentra cómodo en un lugar donde lógicamente se aprecia y se valora este tipo de eventos. Desgraciadamente, ha tenido a lo largo de su historia momentos complicados y creo que ahora estamos en el momento estabilidad que necesita un Festival de este tipo, quizás también porque se ha conseguido realizar un presupuesto sostenible, donde muchos colaboradores aportan pequeñas cantidades económicas pero que hace que sea viable.

FICMEC se ha asentado en Garachico porque se encuentra cómodo en un lugar donde se valora este tipo de eventos

¿Cómo se consigue traer un cartel de películas de tanto nivel al festival y a un pueblo tan pequeño?

La programación es un trabajo de muchos años. Lo que se está viendo este año es el resultado de un trabajo serio que comenzó en 2009, todavía en Puerto de la Cruz, cuando se decidió apostar por un tipo de programación de cine donde los directores eran los protagonistas de esas películas. Eran películas con una línea más cinematográficas, más críticas, reflexivas, autorales… A partir de ahí, hemos conseguido que poco a poco esas productoras se fueran fijando en nuestro festival, que fueran entendiendo que aquí se estaba programando bien y que de alguna manera fueran atraídas por presentar sus películas aquí, incluso, con la suerte ya de tener gran parte de ellas como estrenos nacionales y, ya ahora, con un paso más: que los directores o los protagonistas se interesen por venir aquí a presentarla. Esto también ha sido avalado por la Green Film Network, que consolida este evento como uno de los más importantes a nivel internacional en medio ambiente.

¿Los vecinos de Garachico ya sienten a FICMEC como algo propio? ¿Y los del resto de la comarca?

El modelo de FICMEC ha sido participativo desde su inicio. Nosotros trabajamos durante el año. Es verdad que la parte de festival se ve en estos días, pero el trabajo es previo; es previo con la parte educativa, con los mayores, con los vecinos… Las actividades que se realizan en el festival como, por ejemplo, Memoria Mágica son el resultado de muchos meses de trabajo con mucha gente del pueblo. Para nosotros era importante generar un evento en el que la gente participara y, lógicamente, con un sentido de no participar por participar, sino participar dejándoles algo a ellos y quedando algo también en el municipio de Garachico. Creo que esto es extensible a la comarca y a la isla en general porque aquí nos llegan grupos de muchos puntos de la isla durante el festival que participan también de él y que previamente también han trabajado con nosotros en otros aspectos. Siempre estamos abiertos a recibir propuestas que hagan crecer al festival en algún sentido.

El modelo de FICMEC ha sido participativo desde su inicio.

¿Por qué no se ha acercado el festival al resto de los habitantes del municipio?

El festival no solo se ha acercado al resto de habitantes del municipio sino al resto de habitantes de Canarias. El festival itinera por diferentes islas; un año en unas islas, otro en otras. Hay que tener en cuenta que no es fácil tampoco porque programar películas por segunda vez lleva un coste añadido y con los presupuestos que tenemos actualmente no es tan fácil, pero sí que hemos programado en diferentes años en los barrios películas. Además, actividades como el taller de personas más sostenibles también se están llevando a los barrios. El trabajo no es solo aquí a nivel de los barrios sino a nivel de otras islas; FICMEC sigue su curso durante el año. Este año hemos dado un paso más allá porque se nos ha solicitado desde Uruguay llevar FICMEC a Montevideo. Hemos realizado ya esa experiencia en el mes de febrero. Ha sido un éxito y. de hecho. ya estamos allí generando… porque nuestra idea tampoco es que nuestro festival se haga en otro sitio, sino que en esos sitios se generen propuestas. Estamos generando con la gente de Montevideo un festival propio de temática medioambiental, que ellos sean los que lo programen y los que lo lleven. Buscamos esa finalidad de que el cine medioambiental se siga viendo en más lugares, algo que, lógicamente, para nosotros es muy importante.

¿El apoyo de las instituciones ha ido creciendo o todavía cuesta convencerlas de la necesidad de apostar por este evento?

Yo nunca me he quejado del apoyo que se da porque me imagino que el apoyo que se dé es el que se puede dar supongo. El problema viene cuando no hay criterios para medir el apoyo de unos eventos y de otros. Es decir, si tú estableces unos criterios para valorar un proyecto, pues ahí lógicamente lo que te den estará bien dado. El problema es cuando no existen esos criterios y hay eventos que, de repente, sí consiguen financiaciones que no se entienden. A partir de ahí, nosotros estamos encantados de que esas pequeñas ayudas que nos llegan, hagan viable el festival porque son muchos colaboradores y muchos patrocinadores los que de alguna forma nos apoyan. Para nosotros,  de alguna forma, también es mejor que sea así, porque está siendo también un festival más participativo también en este apartado, y que hayan empresas que financien este evento.

¿FICMEC está dando buenos resultados en cuando a la conciencia medioambiental en la comarca Daute o es algo que se diluye cuando acaba el festival?

FICMEC lo que viene a aportar es un poco más de conciencia ambiental, no a la comarca… yo creo que a la isla y a Canarias. A nosotros nos visita gente de otras islas durante el festival, con colegios de otras islas, escuelas de otras islas que vienen de alguna forma a nuestros talleres de educación ambiental pero también a nuestras jornadas, por ejemplo, VulcanaliaJugando en verde… Se trata de aportar un granito más desde un festival modesto. Lógicamente, hay muchas iniciativas hoy en el terreno medioambiental desde muchos ámbitos y desde muchas miradas que creo que entre todos hacen crecer esa conciencia medioambiental. El problema seguramente sea otro, más político. ¿De qué nos vale que nosotros generemos toda esta conciencia si luego los responsables -y ya no me refiero aquí en niveles locales o regionales sino a responsables mundiales- se toman las cumbres del clima como se las toman o generan los protocolos que generan de la forma que lo hacen? No sirve de nada porque al final esas decisiones son las más gruesas y, si esas decisiones no se toman con seriedad, pues todos nuestros pequeños esfuerzos no sirven de nada. Yo sí creo que la población cada vez está más concienciada, sobre todo, los niños. Se trabaja mucho en los colegios y es una labor de todos seguir creciendo en esta conciencia y, sobre todo, en este respeto hacia el medio ambiente.

Sobre la depuradora: «Es momento de apaciguar la situación y no crear polémicas.»

¿Qué opina sobre la polémica creada en torno al proyecto de saneamiento y depuración de la Isla Baja? ¿Está de acuerdo en que la EDAR comarcal no se ubique cerca de Las Canteras? ¿Apuesta por la depuración natural o cree que el proyecto presentado por el Consejo Insular de Aguas es beneficioso para el medio ambiente?

Las polémicas al final se generan como se generan: interesadamente, muchas veces. No soy muy partidario de generar polémicas porque creo que, si la gente se sienta a hablar y entre todos se aúnan unas posiciones comunes, se pueden llegar a acuerdos que lógicamente sean beneficiosos para todos. Está claro que la administración lleva sus políticas y trata de imponer una serie de cosas, pero para eso también está luego la sociedad y los vecinos: para decir qué otras cosas queremos. Lógicamente, si los vecinos se movilizan y plantean otras alternativas, pueden ser escuchadas, primero, por los mandatarios locales y, luego, por los insulares para revertir esa situación y ver otras opciones posibles. El problema es cuando se enquistan en posiciones todos… nosotros, los vecinos o los políticos, y se genera un enfrentamiento que no lleva a nada y que no nos viene bien a nadie. Creo que es momento también de apaciguar entre todos esta situación y no generar polémicas que no llevan a ningún lado y enfrentamientos inútiles, sino de hablar y plantear las cosas. Lógicamente, todos tienen que tener la posibilidad de hablar y comentar qué es lo que proponen. Escucharnos todos es escucharnos todos. Tampoco nosotros por ser vecinos defensores del medio ambiente y ecologistas debemos obligar al resto de la población, si no lo quiere, a generar un proyecto. Debemos siempre situarnos en la realidad de una comarca donde entre todos tenemos que elegir nuestro futuro y lo que debemos es combatir con nuestras armas: concienciar a la gente de que existen otros modelos que pueden ser mejores y que nos pueden ayudar al desarrollo de la comarca. Pero desde siempre creo que hay que hacerlo con ese posicionamiento de encontrar un lugar de diálogo y de reflexión que en estos días parece que no es viable ni es posible. Cada vez se toman decisiones de todo por parte de todos más en caliente y menos pensadas y meditadas.

¿Que Garachico esté incumpliendo desde hace años los ratios de vertidos de aguas fecales al mar perjudica la imagen de FICMEC?

Lógicamente, toda contaminación medioambiental afecta no a FICMEC y a Garachico, nos afecta a todos. Nosotros ya hemos hablado en varias ocasiones con el Ayuntamiento de Garachico por este motivo y por suerte ya parece que se está resolviendo el problema. En estos dos últimos años se han tomado una serie de medidas que ya están llegando un poco a su consecución y parece ser que ya vamos a disponer de una red de saneamiento y cumplir un poco con los vertidos de aguas fecales. A nosotros nos alegra: la pena es que no se haya hecho mucho antes igual que tantas otras cosas, como el caso de la depuradora. Estas cuestiones siempre llegan tarde cuando ya se tenían que haber solucionado hace tiempo. Pero nosotros siempre estamos dispuestos a trabajar en esa línea de mejorar un poco lo que esté sucediendo a nivel medioambiental y sabiendo también que es verdad que en esta comarca se hacen muchos esfuerzos por mantener nuestro espacio y nuestro medio ambiente. Tampoco podemos estar criticando a los ayuntamientos todo el día porque ellos también hacen su esfuerzo… Creo que Garachico tiene el 90% de su territorio protegido.

Área Garachico no consiste en eventos culturales que destaquen.

Como director de Área Garachico, ¿cree que se puede añadir un evento destacado más al calendario cultural del municipio?

Esta pregunta de añadir un evento más destacado… Seguramente se podrían añadir muchas actividades más, pero yo creo que si se plantea esa pregunta así es que no se ha entendido el proyecto. Área Garachico no consiste en eventos culturales que destaquen. Es verdad que hay eventos como el festival de cine, el festival de danza o el concierto de año nuevo que pueden destacar. pero es que eso es parte de un proceso que llevamos trabajando desde hace casi seis años, donde la formación y la cohesión social es para nosotros lo más importante. Trabajar con niños de diferentes barrios que se unan a través de la cultura, trabajar con mayores, con los institutos… ese es el programa fuerte de nosotros. Es verdad que lo que se ve desde fuera son los eventos, pero a mí que me quiten los eventos y me dejen lo otro… Realmente, donde se hace cultura de base es ahí. Y estas políticas tampoco las están entendiendo desde el Cabildo, desde el Gobierno de Canarias o desde el Gobierno estatal. Creo que hay que revertir la situación y darnos cuenta de que lo importante es lo otro. ¿De qué nos vale tener un evento cultural muy bueno si luego la formación cultural de nuestros vecinos no es importante o no lo desarrollamos? De nada, seguramente. Para nosotros, el esfuerzo de Área Garachico está en esa otra dinámica. Lógicamente, los otros eventos vienen a ayudar a eso. Si tienes buenos eventos en tu municipio, donde también los vecinos participan, lógicamente, mejoran. Pero no fue nuestra finalidad desde un inicio.

¿La apuesta cultural de Garachico tendrá continuidad en el tiempo de manera segura?

La continuidad ya sabemos cómo funcionan en este tipo de cosas. Son muchas veces decisiones políticas que, lógicamente, son incontrolables. Pueden llegar unos políticos que deciden trabajar en esa línea, otros en otra. Los resultados culturales que está consiguiendo Garachico en estos años son muy interesantes y se podrían valorar incluso a nivel económico: es mucha más la rentabilidad que el gasto, muchísimas veces más… si es que podemos hablar de gasto, porque no creo que lo sea, pero si lo llevamos a ese terreno, seguramente los beneficios son brutales. A nivel publicitario, la publicidad que se ha generado de manera positiva de Garachico en torno a la cultura es invalorable. El otro día estábamos en un programa de radio a nivel nacional hablando de Garachico y del festival. Eso, si se fuera a cuantificar económicamente, costaría más que el propio festival. En ese terreno, no creo que nadie pudiera valorar que la apuesta por la cultura en Garachico no haya sido rentable. Es que, como decíamos antes el valor está en todo, en ese movimiento cultural que se está generando las bases en el pueblo, esa memoria que se está dejando de nuestros mayores a través de trabajos audiovisuales, a través de libros, de artículos… Hay tanto trabajo que se está haciendo durante el año que creo que parar o romper esto es poco más o menos que un atentado contra el municipio.