4.836, 142, 149, 52, 7.233 y 3.025. Números aleatorios y sin sentido. Aunque creemos que realmente el número que importa es este: 51. Este es el número de personas que desde el pasado 31 de octubre se aloja en el campamento de Cruz Roja en el barrio garachiquense de La Montañeta. Son inmigrantes subsaharianos.

Los números iniciales de este texto son los comentarios, reacciones, respuestas, reproducciones y veces compartido del vídeo en el que ellos estaban bailando en el campamento. Seguro que si a ellos les enseñáramos la repercusión que han creado solo en la página de Facebook de este humilde y pequeño diario no darían crédito y se preguntarían por qué. Tan solo estaban bailando, sinónimo de alegría por no haber dejado su vida en el mar.

La persona que grabó este vídeo y que nos lo hizo llegar no lo habría hecho si hubiera imaginado que estas imágenes iban a despertar odio, racismo, xenofobia, demagogia o intolerancia. A nosotros esas palabras nos huelen y suenan a rancio y manido. A otra época.

Ahora estamos en una ‘dictadura progre’ (nótese la ironía) donde expresarse está cada vez más penalizado. Los de la derecha dicen que por los de izquierda y viceversa. Todos y todas hemos tenido que ponernos en ocasiones una mordaza en redes sociales o cualquier otro derrotero público por una ley que promulgara Rajoy allá por 2016. Ya lo decían los Ferrusquentos con su tema ‘Salsa mordaza’. 

Ferrusquentos cantó a la Ley Mordaza de Rajoy en 2016
Ferrusquentos cantó a la Ley Mordaza de Rajoy en 2016

Respetamos cualquier opinión siempre que no rebase los límites del respeto. Por eso, no podemos ofender a nadie, ni a los votantes de VOX. Aunque piensen tan diferente siguen siendo personas. No obstante, la tolerancia no está reñida con la vergüenza. Es lo que sentimos al leer las opiniones intolerantes en nuestra red social.

Parece que la historia de España se repite una y otra, y otra, y otra, y otra vez. Un bando contra otro recordándose quién mató a quién o quién lo hizo primero. Estas 51 personas no lo van a entender nunca porque no han estudiado la historia de nuestro país.

La ultraderecha está más fuerte que nunca

Teníamos bastante claro que estas imágenes iban a causar reacciones muy diferentes. También sabíamos que sería más concluyente que cualquier encuesta demográfica en la que la intención de voto para las próximas generales fuera el objetivo. Ha quedado claro que la ultraderecha está más fuerte que nunca y que el miedo que esto siembra, aunque no se oiga, nos azora.

Nos parece inaudito que haya tanto pavor ante la presencia de 51 personas en un campamento de una organización privada como es Cruz Roja. Es su propiedad, ni nosotros ni nadie puede decidir qué hacer con ese espacio. Ni siquiera el alcalde. Es cierto que la Subdelegación del Gobierno de España, a través de un convenio financiado con dinero público, gestiona con esta ONG el destino de estas personas.

Es nuestro dinero, nuestros impuestos pero no es de nuestra propiedad en cuanto los llamamos así. Hay partidas económicas que tienen una misión y en concreto existen las que se derivan a ayudar a las personas que dejan su vida por buscar algo mejor. Ellos no tienen la culpa de que nuestros gobiernos partan el pastel como les parezca. Si queremos decidir de verdad, deberíamos ser parte de los que gobiernan.

Ellos no tienen la culpa

Si la mayoría de las personas que han reaccionado de manera violenta a este vídeo conociera la historia del campamento de la Cruz Roja, entenderían por qué estas 51 personas están ahí. Hemos pasado grandes momentos de celebración en ese entorno. Este enclave siempre ha estado plagado de grandes y buenos recuerdos. De alegría. ¿Por qué tiene que ser diferente para estas personas? ¿Somos mejores que ellos? ¡Ah no! Espera. Somos españoles y ellos no (nótese de nuevo la ironía).

No queríamos que el episodio que sufrieron otro grupo de personas, menores de edad, en 2006 se repitiera en los medios de comunicación. No ha sucedido, al menos aún. Pero el discurso se ha mudado de contexto: hemos sustituido el odio en la televisión por el odio en las redes sociales. Mucho más virales, más contaminantes y con más libertad de expresión. Ojo a esta última expresión porque puede dejar de adquirir su auténtico significado si no somos responsables.

Esperamos no equivocarnos. Confiamos. Apostamos al caballo ganador de lo humano, de la solidaridad. No queremos que nuestros lectores nos defrauden y que acepten que esta es nuestra opinión.

Simplemente, a estas 51 personas queremos decirles que son bienvenidos. El equipo de DAUTE DIGITAL.