¿Cuántas veces? En repetidas ocasiones. Y por más que se repite, no creo que la frase tenga del todo razón. ‘Nadie es imprescindible’, se suele decir. Perdón pero discrepo. Más aún, si generaciones pasadas, presentes y futuras no hemos tenido la responsabilidad de aprender para continuar.

Quizás me aventure a decir lo que todo el mundo piensa y no pronuncia. Por ser modestos y creer en que hay gente única, de la que se puede aprender pero jamás imitar. Pero mejor no lo digo porque hay que ser honestos y políticamente correctos. Pues no.

Llevo una semana pensando que somos irresponsables

Llevo una semana dándole vueltas a la frase y aunque me la grabara a fuego en la piel, aunque la repitiera hasta la saciedad… no me la terminaría de creer. Llevo una semana pensando que somos irresponsables, sobre todo los jóvenes. Llevo una semana pensando que debo aprender demasiadas cosas de los que me preceden porque tengo la responsabilidad de continuar y de enseñar a los que vendrán después de mi.

Hace una semana nos dejaba un imprescindible: Paco Delgado. Jamás (palabra absoluta) habrá alguien como él. Es irrepetible, en presente, porque los artistas nunca se van, siempre queda su legado, eterno e irrefutable. Su arte fue en la mayoría de las ocasiones efímero pero soy capaz de reconocer una carroza de Paco Delgado allá donde la vea. 

Carroza confeccionada por Paco Delgado y José Lemus (década de los 70)

Su ausencia fue repentina para mí. Y mientras lo asimilaba pensaba incesantemente: ‘¿Y ahora quién…?’, una y otra vez, cada una de ellas acompañada por imágenes de sus manos moldeando corcho o confeccionando altares.

Probablemente, al igual que yo, muchos se hicieron la misma pregunta. Por otro lado, otros tantos pensarán que estoy exagerando. Creo que la reflexión que cabe hacerse en estos casos es cómo lograr la continuidad. De lo que sea, sobre todo de lo manual y artesanal. Desde hacer un disfraz hasta poner una estantería.

Las generaciones futuras, en escasas décadas, tendrán que pagar para que cualquier otra persona les haga ciertos trabajos. Y así alguien seguirá siendo imprescindible para otro. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a hacerlo? ¿No es nuestra responsabilidad enseñar y aprender? ¿Quién sabe hacer una flor de papel y tiene menos de 20 años?

Debe haber imprescindibles, debe haber únicos pero también debemos ser responsables y continuar el legado que nos han dejado hecho con sus propias manos. Porque tiene un valor incalculable. 

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación