Siempre el Roque. Siempre alabado, pintado por mil artistas o protagonista de la copla. Es parte del recuerdo y será imagen del futuro.
Con su traje de espumas blancas como una bailarina entre bambalinas azules.
Con su bufanda de vientos que lo rodean en un abrazo interminable.
Ajeno a todo lo que sucede, al vaivén de las cosas que creemos importantes, al progreso arrollador, a la vorágine de los tiempos.
¡Peña de héroes antiguos! Aún crees que un pirata vendrá a clavar su bandera negra en tu cima de soledades.
Ni miras a la tierra, ni sufres con tus gentes. No te importa la moda ni las vanidades. Indiferente a todo.
Tú tan solo nos hablas de la fuerza telúrica del volcán que te dio vida.
Eterno y solo.
Palabra y música de mar y vientos.