Los Silos volvió a elevarla

La Elevación de la Virgen de la Luz, rito único donde los haya, abre los días principales de las Fiestas del municipio

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No hay una Elevación igual. Es cierto. Por mucho que el mismo rito se repita año tras año, las cosas cambian cada 6 de septiembre en la iglesia de Los Silos. Ayer, por ejemplo, la Virgen se hizo de rogar, tardó un poquito más en llegar hasta su camarín y los fieles no pudieron esperar hasta el final de la Salve para romper en aplausos dentro del templo. Pero para aplauso, el del párroco. Argelio Domínguez vivió su última Elevación como sacerdote silense tras 15 años de labor pastoral en el municipio y el flujo de emociones que recorrió su cuerpo cuando la patrona terminó su ascensión por el torno destacó por encima de la ovación general. «Tengo grabada la Elevación desde 1978, desde que fui ordenado sacerdote», aseguró Domínguez tras el tradicional acto. El domingo se despedirá de Los Silos dejando cuestiones pendientes respecto al acto más emotivo de las Fiestas, como nombrar anualmente a un elevador de honor que pueda participar en la tradición desde dentro o adecuar el enclave del torno del siglo XVIII con pinturas alusivas a la historia religiosa del pueblo.

Resulta inexplicable que este rito haya pasado desapercibido para la comarca

No cabe duda que propuestas como las anteriores van a encaminadas a un objetivo claro: hacer de la Elevación de la Virgen de la Luz un acto referente de las tradiciones religiosas de Canarias. Resulta inexplicable cómo un rito que no se observa en ningún otro rincón del archipiélago haya pasado tantos años desapercibido, incluso, para los propios habitantes de la comarca de Daute. No busque, no hay otro lugar de la geografía regional donde tres semanas antes de la fiesta del pueblo se retire del culto a su patrona, se la engalane y, un día fijo en el calendario de cada año, se le eleve a lo alto de su retablo de forma manual a través de un torno de lagar del siglo XVIII. El pleno del Ayuntamiento de Los Silos ya aprobó por unanimidad el año pasado instar al Cabildo insular para invocar expediente de declaración de la Elevación como Bien de Interés Cultural (BIC), un complicado trámite cuya última palabra corresponde al Gobierno de Canarias.

De momento, Los Silos se tiene que conformar con vivir la noche de cada 6 de septiembre con nervios y sentimientos a flor de piel, como si fuera poco. Disfrutar de la Elevación a los altares de la patrona y alcaldesa honoraria perpetua es argumento más que suficiente para un pueblo que ya, ahora sí que sí, ha dado la bienvenida total a sus Fiestas mayores.

Noche de Víspera

La Elevación antecede al descenso de la Virgen, el acto inverso que tiene lugar este miércoles, la Víspera del Día grande. Acabada la misa, la imagen baja por el torno para encontrarse con sus vecinos en las calles del casco, visitando sobre los adoquines los rincones de la localidad y prepararse para celebrar desde el altar mayor, cerca de los fieles, su festividad.

Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.