Mientras todo el archipiélago permanece en vilo por las llamas que están afectando a las cumbres de Gran Canaria, estos días se cumplen, casualmente, siete años del último gran incendio que ha sufrido la comarca de Daute. Ocurrió también en la cumbre y obligó al desalojo de numerosos vecinos de El Tanque, Los Silos y Buenavista.
La noche del 10 de agosto de 2012 se originó un incendio forestal en la Vaquería de Ruigómez. Garachico celebraba ese viernes la Fiesta de las Tradiciones, justo cuando comenzaba a circular la noticia. Al día siguiente, los beneficios del baile de magos de San Roque se destinaron a colaborar con los gastos del incendio.
El Cabildo cortó la carretera TF-82 que conecta el norte con el sur, forzando a la población a rodear la isla por el área metropolitana para dirigirse hacia la otra vertiente. También se prohibió el paso por la carretera de Masca desde Las Portelas hasta Santiago del Teide y por la de Erjos a Los Llanos.
La noche del domingo 12 el fuego era visible ya desde el casco y la costa de Los Silos. Se llegó a temer que las llamas arrasaran con la laurisilva del monte del Agua, el tesoro natural y pulmón del municipio. Afortunadamente, la humedad del bosque y la efectiva acción de los recursos de emergencias consiguieron contener el avance del incendio. El lunes, 13 de agosto, el incendio quedaba estabilizado y bajaba a nivel 1, quedando en manos del Cabildo de Tenerife.
El fuego arrasó unas 370 hectáreas y causó importantes daños medioambientales y agrícolas en los cuatro municipios del Parque Rural de Teno. Al año siguiente, la Policía Judicial de la Guardia Civil esclareció el origen del incendio, imputando a dos vecinos de Ruigómez como presuntos autores de un delito de incendio forestal con peligro para las personas y/o bienes.