«El festival Boreal sigue haciendo camino consciente al andar», aseguran desde la organización. Su edición de 2021 fue «ejemplar, profundizando y apuntalando los valores que le han otorgado notoriedad a nivel internacional desde su primera edición: cuidado y gusto en la selección de artistas, una vocación decidida por lo eco-sostenible y una valiente y vanguardista perspectiva de género», reza la nota de prensa.

En su XIV edición se desdobló en dos fines de semana. Los Silos, durante la tercera semana del mes de septiembre, fue la puerta de entrada y de desarrollo con «un programa diverso y de calidad que le permitió dar forma a una propuesta redonda tanto en el plano artístico como en el organizativo», según la organización del festival.

Para la organización, esto se tradujo en éxito de convocatoria y un reconocimiento cuantitativo y cualitativo del público a cada una de las actividades programadas. También ocurrió lo mismo en  Buenavista del Norte un fin de semana más tarde. Los asistentes fueron «parte activa, participando con cómplice sinergia en cada una de las acciones que llevaron a cabo, tanto en las mesas redondas, como en las conferencias y talleres, todas ellas actividades de primer nivel, así como en los más de 15 conciertos que se celebraron», apuntan.

«Había ganas de Boreal, de cultura, de participación…»

«Había ganas de Boreal, de cultura, de participación… fueron dos semanas de dicha artística, con firmas de primer nivel, como las cantantes Emel Mathlouthi y Ami Yerewolo, entre muchas otras, o el sudafricano Keya Tama, considerado uno de los jóvenes artistas contemporáneos más talentosos y admirados en todo el planeta», explican en un comunicado. Además, se vivió «el enjambre internacional que dio vida a la muestra colectiva ‘Art at Skateboard’ con 50 artistas llevando su arte hasta tablas de skate recicladas». Ambas exposiciones se pueden visitar hasta el 3 de octubre.

La variada programación dejó momentos muy emotivos. Entre otros, la presencia de Iballa Ruano, multicampeona windsurfista internacional, para recoger el I Premio Boreal junto a la proyección de su documental ‘Iballa, corazón de escamas’ por segunda vez en Tenerife. También fue emocionante el preestreno del espectáculo de narración escénica ‘Nos-otros, historia de un secuestro’ de Aranza Coello.

Una vez más, la música volvió a vertebrar el desarrollo del festival con «sobresaliente aceptación y con una asistencia masiva a cada una de las propuestas, agotando las entradas para los más de 15 conciertos celebrados y con una explosión de alegría casi incontenible desde el público hacia los artistas», afirman en el comunicado.

La XIV edición de Boreal apostó por un cartel compuesto íntegramente por mujeres y tanto la respuesta artística como del público «cumplió con las mejores expectativas, rompiendo con barreras que siguen negando la viabilidad de propuestas de ese tipo, vanguardistas y con una responsable perspectiva de género», explican.

La organización declara que «todo ha sido enmarcado en una de las líneas maestras del festival desde sus inicios con una filosofía de trabajo eco-sostenible, con el menor impacto posible sobre el medio ambiente que pivotó sobre un riguroso plan de gestión ambiental y una auditoría ambiental», concluyen.