El Cabildo de Tenerife tiene previsto licitar en próximas fechas las obras para la reducción de riesgos en la Punta de Teno, cuyo presupuesto supera los 197.000 euros y con las que se busca seguir dando pasos en la mejora de este enclave natural de Buenavista del Norte.

El proyecto fue redactado en 2017 a raíz de un documento en el que se identificaron hasta 63 riesgos de carácter alto o muy alto en 18 puntos del extremo occidental de la isla: zona de aparcamientos, playa de La Ballenita, muelle, pasarelas peatonales, miradores o el faro y sus accesos.

Los riesgos más comunes son los atropellos en la carretera y en los aparcamientos, así como las caídas en zonas de gran desnivel. Un riesgo generalizado a todo el espacio es la insolación, aunque por las características de protección natural, se descarta utilizar pérgolas y solo colocar señalética que recuerde tomar medidas de prevención.

Gran parte de esos riesgos desaparecerían con el proyecto planificado para la reordenación de los aparcamientos, donde se prevé habilitar una zona de giro y mejorar la parada de guagua y los accesos peatonales. Hasta que esas obras comiencen, se propone instalar barandillas de protección para evitar caídas hacia la parte trasera de la parada de guaguas o en los muretes que delimitan la bolsa de aparcamientos.

Al igual que en el proyecto de la reordenación del estacionamiento, en este de la reducción de riesgos se opta por suprimir la escalera de acceso a la playa de La Ballenita, que presenta un gran deterioro, apostando por la restauración paisajística. Así, la bajada a la playa tendría que hacerse únicamente por la rampa de hormigón que conduce hasta el embarcadero, que tendría que mejorarse para evitar caídas.

Se eliminarían también los senderos no habilitados como tales pero que desde hace años se utilizan como atajo para transitar entre la carretera del faro y la zona del muelle, y que han contribuido también a un importante deterioro del malpaís volcánico.

En lo que respecta al mirador hacia los acantilados de Los Gigantes, se instalarían barandillas laterales para evitar caídas, mientras que en la parte delantera se elevaría la cota del terreno para no colocar más barandas que estropeen la panorámica.

En el pequeño muelle se colocará una barandilla de mano para bajar por la escalonada hacia el agua y evitar resbalones, mientras que se advertirá con carteles el peligro de caídas desde la zona de amarre y de pesca.

El proyecto contempla reforzar las barandillas en los márgenes del acceso al faro, que actualmente suponen un riesgo muy alto de caídas mortales hacia el mar, así como impedir el acceso por encima del portón del faro.

Dentro de la zona del faro se deja claro que no se puede permitir la entrada a las instalaciones del faro viejo, por carecer de cerramiento, mientras que en la pasarela que conduce hasta el mirado deberán repararse o sustituirse las traviesas de madera. En la zona propia del mirador de la Punta, se apuesta también por más barandillas y pasamanos.

El proyecto fue redactado en diciembre de 2017. Más de tres años después, el Cabildo ha pedido informe a las administraciones afectadas y la disponibilidad del terreno para poder iniciar la licitación de las obras.

Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.