Las obras del llamado cierre del anillo insular de Tenerife, que unirá las carreteras TF-5 y TF-1, ya han comenzado en el municipio de El Tanque, después de haberse iniciado oficialmente el pasado 25 de noviembre en Santiago del Teide.

Desde principios de año, las máquinas ya están marcando el trazado de la nueva vía en las medianías de la comarca de Daute. Los trabajos de acondicionamiento de los terrenos se extienden desde las inmediaciones de la glorieta de entrada a El Tanque Alto —justo donde empieza el tramo del anillo que llega hasta Icod— hasta la calle de La Asomada, a la altura de Camello Center.

La Asomada había sido durante las últimas décadas el atajo por excelencia para llegar ir hacia el Sur esquivando las curvas de la TF-82, aunque desde hace pocos años la Guardia Civil y la Policía Local han establecido controles en la vía para la sobrecarga de tráfico en una vía no preparada para soportarlo. El anillo insular ha cortado ya, definitivamente, ese atajo.

Las obras contemplan la expropiación de varias viviendas, fundamentalmente, en el núcleo de Barrio Nuevo. Días atrás se cortaban también al tráfico las calles San Cayetano y Virgen del Pino, que unían el barrio con el casco. Se trata de una acción imprescindible para construir el viaducto que discurrirá por debajo de la TF-82.

El avance del anillo insular se contempla con claridad desde la curva de Barrio Nuevo. Algunos vecinos han abandonado ya las viviendas que les habían pertenecido hasta ahora. Unas han quedado dentro del perímetro de la obra y otra ya está tapiada. El resto, como la que ocupa el Supermercado Daniel Guanche, resiste hasta el último momento. Su propietaria cerrará definitivamente el negocio cuando llegue la hora de abandonar la casa. No lo abrirá en otra lugar porque tiene próxima su jubilación. Ve con buenos ojos el proyecto del Anillo, pero es escéptica sobre los plazos dados, al igual que algunos clientes que pasan por la tienda y con los que ha hablado DAUTE DIGITAL.

Queda saber si los trabajos finalizarán a finales de 2023, como está previsto, y si se consigue modificar el proyecto para ejecutar dos carriles por sentido a cielo descubierto, aumentando también la velocidad de 80 a 120 km/h. Si todo se cumple, el Noroeste de Tenerife tendrá una conexión mucho más directa con el Sur de la isla, aunque seguirá pendiente de solución el tramo de la TF-5 entre Icod y Los Realejos, para evitar un cuello de botella en ese tramo que colapse la única salida real de la Isla Baja hacia el área metropolitana de Tenerife.

Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.