Román Alonso, más conocido como Man en Garachico, lleva 34 años en Barcelona. Se dedica al diseño y está viviendo sus últimos meses en la Ciudad Condal. «Me voy porque echo de menos mi tierra pero de un tiempo a esta parte la situación de Barcelona tampoco es la idónea para vivir. Esto es un caos», asegura.
Tras el conocimiento de la sentencia del procés, las protestas violentas en Barcelona han sacudido a la ciudad provocando situaciones propias de un campo de batalla. «Sabíamos que esto iba a pasar en cuanto se conociera el resultado de la sentencia. Esta gente lo tenía todo calculado«, piensa.
El garachiquense se encuentra trabajando mientras DAUTE DIGITAL conversa con él. Ha tenido que trabajar el sábado 19 de octubre porque los piquetes los han llevado a cerrar su tienda el día anterior, el viernes 18.
Alonso asegura que los disturbios y la violencia están siendo provocados en su mayoría por gente joven y «frívola. Parece que están de discoteca en medio de los disturbios. Pienso que esta gente joven está manipulada y no se enteran», manifiesta.
El diseñador garachiquense piensa que la situación no tiene arreglo. Ve poco interés del gobierno de Pedro Sánchez en solventar los disturbios y no entiende la postura de los independentistas que usan la violencia.
«Tengo amigos y compañeros de trabajo que quieren la independencia de Cataluña pero no apoyan la violencia que se está viviendo en las calles», y continúa diciendo que «por la calle ahora mismo no vas seguro. Te pueden quemar el coche, tu negocio, tu moto, la gente discute por el tema en el metro. Yo me muerdo la lengua», concluye.
Para Man es una auténtica lástima que la ciudad que lo ha acogido durante más de tres décadas esté así. «Estoy muy agradecido a Barcelona. Me ha acogido muy bien, me ha dado trabajo y los catalanes son gente muy creativa y valiosa. La política enferma a la gente«, declara a este periódico.