El Ayuntamiento de Los Silos acabó 2018 con un total de 1.466.592,73 euros en facturas sin pagar. De ellos, 691.366,96 estaban pendientes de aplicar al presupuesto, es decir, no contaban con partidas para afrontarlos. 286.449,03 euros fueron obligaciones reconocidas pendientes de pago de corriente, mientras que los 488.776,74 euros son de cerrado.
Estos datos se extraen de la cuenta general de 2018, aprobada el pasado 1 de agosto en un pleno extraordinario de la corporación, y que representa, según Intervención, «la más elevada expresión de la contabilidad, ya que a través de la misma se juzgan los presupuestos pasados y se motivan los futuros».
Además, el ejercicio de 2018 terminó con un remanente negativo de tesorería para gastos generales de 829.505,56 euros. Esto «condiciona negativamente la aprobación del presupuesto de 2019», apuntan desde la Intervención municipal, como establece la legislación sobre las haciendas locales. El presupuesto del Ayuntamiento lleva prorrogado desde el año 2011.
La deuda financiera, por su parte, ascendía a más de 3,8 millones de euros, aunque el anterior gobierno del PSOE señaló en marzo que se situaba ya por debajo de los 3 millones «después de anular operaciones crediticias».
El remanente de tesorería negativo condiciona la aprobación del presupuesto de 2019
En cuanto a los derechos pendientes de cobro por parte del Ayuntamiento, figuraban al término de 2018 un total de 774.329,87 euros de corriente y 1.865.693,61 euros de ejercicios anteriores.
La situación que se ha encontrado el nuevo gobierno de Coalición Canaria y Partido Popular contrasta con los datos aportados por el equipo del PSOE en marzo, cuando aseguraban que las cuentas de 2018 «reflejan una mejoría en muchos de los parámetros, consolidando las líneas trazadas por el actual grupo de gobierno para establecer el equilibrio paulatino de la situación económica que ha afectado históricamente a esta administración».
En este sentido, enfatizaron que el Ayuntamiento había cerrado 2018 cumpliendo los objetivos de superávit y sin necesidad, por segundo año consecutivo, de realizar un plan de ajuste, logrando un ahorro neto de casi 700.000 euros.