Buenavista Diversa.

El jugador de baloncesto Asier de la Iglesia participó el pasado viernes, 10 de mayo, en el Programa de Actividades Previas de Buenavista Diversa. Diagnosticado con Esclerosis Múltiple (EM) en 2012, este guipuzcoano de 36 años se convirtió en 2018 en el primer jugador con EM en debutar en la ACB, máxima categoría del baloncesto español, junto con el Delteco GBC, disputando el último partido de la Liga Endesa. Esa misma temporada también fue galardonado con el MVP (Most Valuable Player o Jugador Más Valioso) de La Liga EBA en la que actualmente milita con el Ordizia Basoa Banaketak, todo ello sin sentir el 90 % de su piel. 

– En todas tus entrevistas trasmites un chute de optimismo. ¿Cómo te sientes sabiendo que a las personas a las que te diriges les llega el mensaje?

A mí me gusta ver que a la gente le llega ese optimismo. Yo soy como soy y al final lo bueno que tiene es que, cuando cuento en cualquier entrevista si le llega a la gente, siempre me trasmiten lo mismo. Es muy bueno, no sé qué decir. Estoy contento de poder trasmitirlo, pero es que es lo que he sido siempre, no es una cosa que me haya venido con la enfermedad. Desde niño siempre era el que más hablaba en el colegio, el que más hablaba en la familia, el que trasmitía todo…

– Te diagnosticaron Esclerosis Múltiple en 2012 y no te viniste abajo, aunque me imagino que habrá habido momentos duros desde entonces…

No. Es una pregunta que me hacen mucho y cuando digo que no se quedan asombrados.    He tenido problemas duros porque se me ha muerto un familiar, por ejemplo, pero por la propia enfermedad no he tenido un día de decir «puta mierda». Yo si me preocupo de las cosas que yo controlo. De las que no… He tenido mala suerte, me ha pasado esto y ya está. Me tengo que preocupar de lo que controlo, ¿qué es? Pues que tengo la enfermedad y que por ello debo alimentarme bien, tomarme los medicamentos, seguir los consejos de los médicos… Lo demás no está en mi mano, es como si te mueres mañana mismo, ¿está eso en tu mano? La gente se pregunta por qué te pasan las las cosas ¿De algo te sirve? Yo creo que de nada.

Buenavista Diversa.

– ¿Cómo explicarías a la gente de a pie qué es lo que te ocurre con tu enfermedad?

Explicarlo es la hostia. A día de hoy veo un 40 % con mi ojo derecho, tengo problemas de vejiga, me puedo mear en cualquier momento y no siento el 90 % de mi piel. Eso es lo más concreto. Luego, tengo fatiga, duermo mal. Aunque lo más concreto es lo que te dije al principio. Son cosas que no se ven. Al final el problema de la enfermedad es que a día de hoy tú ves a una persona en silla de ruedas y sabes que tiene una discapacidad. Sin embargo, en nuestro caso, a una persona le puede ir muy mal y pasar desapercibido a ojos de los que lo rodean.

– ¿Cómo influye la esclerosis múltiple cuando practicas baloncesto?

Según lo que te pase. Hay gente con esclerosis que solo se mea encima y únicamente tiene que controlar eso. Si tienes la enfermedad y cojeas de una pierna es muy jodido jugar al baloncesto. En mi caso, cualquiera que juegue a baloncesto tiene que entender lo jodido que tiene que ser jugar sin sentir las manos y los pies, porque es más complicado, por ejemplo, tirar a canasta. Tienes que acostumbrarte a muchas cosas. Otro ejemplo: cuando he jugado ahora con un balón diferente, que nunca había tocado, y por mi falta de sensibilidad, me ha costado sentirlo. Bueno, fastidia, pero es así. El año pasado, cuando fui elegido mejor jugador, un tío que no siente las manos, que no siente las piernas… Poder jugar al baloncesto así era impactante. Hasta yo me impacté de como jugué.

«No esperes a que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia»

– ¿Qué es BailaconEM?

BailaconEM nace de la frase «no esperes a que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia». A día de hoy es una asociación en la que se recauda dinero para la investigación de la Esclerosis Múltiple. Dentro de poco empezaremos a hacer otras cosas, no solo recaudar dinero, porque es una asociación que ha gustado a la gente que tiene la enfermedad y creo que tenemos que ir a más.

– Tuviste la oportunidad de entrenar con la Selección Española aquí, en Tenerife. ¿Cómo lo viviste?

Como una experiencia más y muy bonita. La Federación de Baloncesto se portó. Entrené igual que cualquier otro jugador, hice la concentración igual que todos y me trataron muy bien. Les di una pequeña conferencia en una comida y les eché un poquito la bronca, porque son deportistas profesionales que viven en un mundo en el que no valoran lo que tienen. Yo estuve muy a gusto. Tenerife y Canarias, en general, es un sitio que me encanta y cuando me dijeron que era aquí… Estuve tres días muy a gusto.

Buenavista Diversa.

– Buenavista lleva varios años apostando por ser un municipio referente en inclusión en todos sus ámbitos. ¿Qué crees que puede aportar tu presencia en estas jornadas?

Pues… Habrá gente de Tenerife que no sepa que Buenavista lleva a cabo este proyecto, por lo que lo damos a conocer. Ya sean 200 o 300 personas nuevas, es más que si no lo hubiese visto nadie. Yo lo compartí en Twitter y lo vieron alrededor de 18 mil personas, que igual no sabían ni donde estaba Buenavista del Norte, pero lo vieron. Al pueblo le viene bien y sobre todo, cuando me reuní con ellos en agosto, descubrí que es un lugar que hace un montón de cosas para personas con discapacidad. Por cierto, a mí no me gusta la palabra discapacidad, prefiero decir «persona con diferentes habilidades». Yo he perdido habilidad, pero si cualquiera juega a baloncesto conmigo y yo soy mejor, ¿esa persona es discapacitada entonces? Yo creo que cada uno tenemos habilidades diferentes. Yo he trabajado con personas con 80 % de discapacidad intelectual capaces de hacer cosas que yo no sabría. De verdad, me jode un huevo cuando se habla de niños discapacitados… Yo sé que no vamos a decir «persona que ha perdido el 40 % de sus habilidades», porque es muy largo, pero creo que hay que buscar algo. A mí me da igual, pero si es verdad que hay gente que, incluso, no quiere la tarjeta por no sentirse así, porque le cuesta reconocer esa pérdida aunque sea real. Aunque la realidad es que, por ejemplo, Rafa Nadal, que es la leche, habrá cosas que no sepa o pueda hacer y también será discapacitado.

«Despertamos cuando la vida nos da un susto»

– ¿Qué sueño te queda por cumplir?

(Suspiro) Es muy difícil. Para mí, ni jugar en la ACB era un sueño, ni jugar con la Selección si hubiese llegado a debutar, tampoco… Soy de sueños fáciles. Venir aquí a Tenerife y pasar cuatro días rodeado de todo esto, para mí es una ilusión y un sueño. Vivo de ilusiones reales, cercanas, no de ilusiones de jugar en unas Olimpiadas… Soy una persona que se conforma con ir poco a poco. Intento disfrutar todos los días como si no hubiese un mañana. Yo un día abrí los ojos y no veía. Mañana no sé si no voy a poder caminar, ni siquiera si voy a estar aquí. Tenemos que decirles a nuestra familia, a nuestros amigos que hay que disfrutar. Un ejemplo reciente, cuando a Iker Casillas le dio el infarto hace 15 días, le cambió la vida; ha visto que un momento a otro te puedes morir. A todos nos puede pasar, pero es verdad que despertamos cuando la vida nos da un susto. Por ejemplo, casi se muere tu padre y a partir de ese momento vas a verlo todos los días mientras antes solo ibas una vez en semana o cada 15 días.