Una decena de vecinos han sido desalojados por precaución el martes 27 al mediodía del edificio Tomé Cano, ubicado en la avenida marítima de Garachico tras encontrar una grieta en uno de los pilares del inmueble. Tras la visita de los arquitectos de la comunidad este miércoles se ha determinado que la mayor parte de las columnas también están afectadas, aunque se desconoce la causa y la antigüedad. Por ello, la fecha en la que podrán volver los vecinos, de momento es impredecible. 

Uno de los obreros que están trabajando allí fue quien dio la voz de alarma al ver la grieta. A partir de entonces, tal y como explicó a DAUTE DIGITAL el alcalde, Heriberto González, durante la mañana de este miércoles en presencia de los arquitectos de la comunidad y del Ayuntamiento, se analizaría el estado del edificio. Antes de la inspección, los vecinos fueron advertidos de que no podrían volver a sus hogares en meses. Según ha podido saber este medio, después de la evaluación se estima que la rehabilitación podría demorarse hasta pasado el próximo verano.

«Se está intentando solventar la situación lo antes posible»

Según el administrador de la comunidad, Seth García, el próximo viernes 30 los técnicos emitirán un informe con las actuaciones que se tienen que llevar a cabo. Ese miso día, se reunirán con los vecinos para ponerlos al día sobre el estado del inmueble. El administrador también ha señalado que deben comprobar cómo se encuentran los pilares por debajo. A pesar de ello, García ha querido hacer especial hincapié en que «se está intentando solventar la situación lo antes posible».  

Leticia Dorta

«En estos momentos estamos intentando ver cómo realojamos a las personas, aunque parece que solo una persona mayor no tiene dónde quedarse y veremos a través de Servicios Sociales cómo solucionarlo», señalaba el alcalde al mediodía de este lunes, ya que la mayoría poseen una segunda vivienda. Finalmente, esa persona se ha hospedado en la pensión del convento de las concepcionistas franciscanas de la Villa y Puerto.

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Los vecinos tenían hasta las 4 de la tarde del martes para recoger las pertenencias que deseen. A partir de esa hora, el edificio quedó precintado. El administrador de la comunidad pide no alarmar con falsas noticias de que el edificio se esté desmoronando.

Leticia Dorta

«Parece que la orden que van a dar es descubrir el resto de pilares para ver cómo están. Hay una columna que está en malas condiciones y por eso se han desalojado», señalaba González.

El mar de leva del 17 y 18 de noviembre fue uno de los más violentos que se recuerdan de las últimas décadas, afectando gravemente a una decena de negocios, así como locales sociales, viviendas y el campo de fútbol municipal.