La historia de la comarca no puede entenderse sin el papel determinante que en ella jugaron los nobles y personas con poder económico. Apellidos como Yanes, Interián, Viña, Franchy o Cólogan están íntimamente ligados a Daute. También Ponte y Prieto, cuyos herederos poseen todavía importantes propiedades en la Isla Baja.

Los Ponte fueron noticia en septiembre tras la decisión de terminar con la tradición de llevar a su imagen de la Virgen de la Consolación desde su ermita de El Guincho hasta la casona de El Malpaís, convertida desde hace varios años en hotel rural. Ahora, su apellido y el de su hacienda vuelven a sonar pero por un motivo bien distinto: la cesión a La Laguna de una de las joyas artísticas que atesora la casa, el retrato de Catalina Prieto del Hoyo.

Desde el pasado miércoles, el cuadro de doña Catalina se expone al público durante dos meses en la Casa de los Capitanes, dentro de la muestra Vecinos de la ciudad. Retratos en San Cristóbal de La Laguna [siglos XVI-XIX]. La exposición, comisariada por el historiador Juan Alejandro Lorenzo Lima y coordinada por la empresa Lhorsa Gestión de Eventos, sirve para celebrar el 19º aniversario de la inscripción de La Laguna en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Parte de la exposición ‘Vecinos de la ciudad’ con el retrato de Catalina Prieto (derecha) / Lhorsa Gestión de Eventos

Catalina Prieto del Hoyo nació en Garachico en 1747. Fue heredera de los mayorazgos de Prieto en la isla de Tenerife y propietaria desde 1776 de las haciendas de El Esparragal (Los Silos) y El Malpaís. Al casarse con Gaspar de Ponte-Ximénez y Ponte en 1769, ambos «constituyeron una de las más opulentas familias de Canarias», según publicó años atrás Antonio Luque en el periódico El Día.

Retrato de Melchor de Ponte y Prieto

Para Lorenzo Lima, los retratos de Catalina Prieto y de su hijo —este último cuadro no ha viajado hasta La Laguna, aunque se muestra en el catálogo de la exposición—, pintados por Juan de Miranda en torno a 1780, son «sin duda una de las mejores contribuciones que los autores canarios hicieron al género durante la época Moderna» y constituyen «una alegoría del amor maternal».

Ángel Muñiz, historiador del arte, explica que, además de las propiedades que Catalina poseía en Los Silos y Garachico, «también frecuentó San Cristóbal de La Laguna, a cuya casa de la calle de la Carrera acudía con cierta regularidad». Este hecho justifica la inclusión del retrato en la exposición, dentro del apartado de Extranjeros, estantes, vecinos de acogida y foráneos.

Para Muñiz, esta «soberbia pintura» debe leerse de manera conjunta con el cuadro de su hijo Melchor de Ponte y Prieto, pues «no se muestra como esposa sino como madre y cabeza de familia». Se muestra a Catalina Prieto como «una suerte de regente que conoce su papel y vela por el futuro de su hijo y sucesor, heredero a la vez del patrimonio familiar».

La fecha de ejecución de ambos cuadros se produjo tras las obras de rehabilitación de la hacienda de El Malpaís en 1775 y las pinturas suponen el comienzo de «una renovación iniciada por la propia retratada». Muñiz subraya la intención de la aristócrata de ser retratada «a la manera cortesana, con lujosas ropas que remiten a los retratos versallecos de mediados de siglo», tratándose de «un ejemplo absolutamente singular» en la pintura canaria.

Catalina Prieto murió en 1822 y fue enterrada en la capilla mayor del desaparecido convento agustino de San Julián de Garachico, del que tenía su patronazgo. Sin embargo, tras la Desamortización, su nieto Antonio de Ponte trasladó sus restos en 1849 a la ermita de Nuestra Señora de la Consolación, propiedad de la familia y donde todavía reposan.

La exposición Vecinos de la ciudad puede visitarse en la lagunera Casa de los Capitanes hasta el 15 de diciembre. Su horario de apertura es de lunes a viernes de 10 a 13 horas y de 17 a 20 horas, y los sábado de 10 a 14 horas. Además, cada viernes a las 11 de la mañana se ofrecen visitas guiadas gratuitas.

Casona de la hacienda de El Malpaís / Hotel Rural El Patio
Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.