Si bien el municipio se colocaba el pasado año, en el primer trimestre, entre los ayuntamientos que más tardaban en pagar a sus proveedores [con una media de 91 días], poco más de un año después se ha logrado disminuir esa diferencia hasta alcanzar el dato actual: 27 días.

«El cumplimiento de nuestras obligaciones de pago, sin duda, ofrecerá mayores garantías a nuestros proveedores» manifiesta la alcaldesa, Eva García, quien destaca que «esa confianza redundará en una mejor prestación de servicios».

Esto ha sido posible fruto del desarrollo de determinadas acciones como la contención en el gasto, una mejor gestión de los ingresos obtenidos, así como el pago de deuda que generaba a su vez una carga en intereses de demora, siendo importante operaciones como lo fue el pago de la deuda contraída con la Mancomunidad del Norte, en torno a los 400.000 euros.

Estos resultados son producto del seguimiento y cumplimiento de la normativa de Estabilidad Presupuestaria, ya que como indica García «no sólo cumplimos con el periodo medio de pago legal de 30 días como máximo, sino con la regla de gasto y la estabilidad presupuestaria».

La regidora destacaba estos datos que proyectan un futuro a corto plazo «más optimista, que nos posibilitará afrontar en mejores condiciones nuestra situación financiera».

En este sentido cabe recordar que la deuda global que alcanzaba los casi 7 millones de euros [6.961.050,98 euros a fecha del 31 de diciembre de 2015], se ha logrado bajar a la cifra actual de 4.841.138,50 millones de euros, una reducción de deuda con bancos y con proveedores en más de dos millones de euros.

Desde el consistorio se hace hincapié en que no solo centran sus esfuerzos en reducir la deuda, también se trabaja para mejorar y dotar al municipio de servicios a través de la continua búsqueda de financiación para los proyectos, una constante durante estos años que se refleja en actuaciones importantes desarrolladas y objetivos futuros que «van a marcar un hito importante para nuestro municipio».