Fue la primera mujer en llegar a la meta de Faro a Faro en 2017. Eso no le supondrá una responsabilidad en la nueva edición que desarrollará en septiembre en Daute. Reconoce que su pasión y positividad le hacen conseguir sus retos. Con su sonrisa eterna, Corzo volverá a la salida de Faro a Faro el 22 de septiembre con la compañía de Samuel Ravelo Ramírez, «el mejor compañero de carreras», según ella. Te la presentamos en DAUTE DIGITAL, medio oficial de la prueba que se desarrollará íntegramente por nuestra comarca. 

¿Cómo se define Rocío Corzo?

No soy una deportista típica que vive solo por sus entrenamientos y su nutrición. Soy una corredora aficionada que hace tres años se enganchó a la montaña.

¿Cómo afrontas tu nueva participación en la Faro a Faro?

Con mucha ilusión porque lo que viví el año pasado fue increíble. Solo estar en la salida ya me hace ilusión. Repito con la misma pareja, Samuel Ravelo. Es difícil empastar con alguien y menos con tantos kilómetros. Puede pasar de todo. Lo vives con expectación. Vivimos momentos de alegría, emoción, miedo, desilusión, cansancio, silencios prolongados… En definitiva, la salida y la llegada a meta de un faro a otro es impresionante. Esas cosas son las que no te puedes perder.

«La salida y la llegada es impresionante»

¿Por qué decides participar en Faro a Faro?

El año pasado corrí esta carrera de rebote. El compañero de mi compañero se lesionó y me llamó porque hacía dos semanas había completado los 125 kilómetros de Transgrancanaria. Para mi fue como un regalo hacer Faro a Faro.

Me comentan que en la edición pasada mantuviste la sonrisa durante toda la prueba. ¿Qué sensaciones tuviste? La clave para esa sonrisa… ¿es una cuestión mental?

La sonrisa te sale desde el momento en el que estás disfrutando lo que haces, yo lo vivo así. Cuantos más kilómetros, más disfruto porque ahora mismo suelo prepararme ultras. Cuando estoy en la montaña disfruto. Posiblemente, en el momento en el que deje de sonreír y de disfrutar, dejaré las carreras de montaña.

¿Rocío Corzo es la misma persona dentro y fuera del sendero?

Creo que soy la misma dentro y fuera. No podemos cambiar en el deporte. Yo soy una persona con mucha pasión, que hace todo con mucha pasión. Soy muy positiva, de ahí mi sonrisa. Todo lo que me propongo lo hago con mucho esfuerzo y sobre todo constancia. No soy una deportista común: con mis turnos [Corzo pertenece al cuerpo de la Guardia Civil] y mis obligaciones como madres, hago malabares para entrenar, como todas. Intento entrenar con mi pareja que es la que me da esa chispa.

En pruebas de larga distancia como esta, ¿qué pesan más: las piernas o los pensamientos?

Llega un momento en el que te pesa todo. Las piernas a partir de los 100-120 kilómetros seguidos… el cuerpo no está preparado para esas distancias. Los pensamientos dependen de las personas.

Mis pensamientos siempre suelen ser positivos: sobre todo el ejemplo que le voy a dar a mi hijo, ver su cara cuando lo vea en el faro, el pensar que todo el esfuerzo y el trabajo se recompensado, el ser la primera mujer en llegar, en el compañero que te ha dado esa oportunidad de estar a su lado para llegar a la meta…

Fuiste la primera mujer en llegar a la meta el año pasado. Eso este año, ¿se convierte en una responsabilidad?

No es una responsabilidad, ni en esta carrera ni en ninguna. Mi objetivo siempre, en todas las ultras, es disfrutar de cada experiencia y todo se ve reflejado en mi sonrisa. No es fácil prepararse una ultra. Intento sumar retos y experiencias y seguir disfrutando este deporte por mucho tiempo.

Una de las cosas que temo son las lesiones. No intento poner mi cuerpo al límite y entreno lo que puedo.

¿Crees que el esfuerzo femenino está menos valorado en el mundo del deporte? 

El esfuerzo femenino está menos valorado. Está claro. La que nunca se haya sentido discriminada pues miente. Solo hay que ver las pocas páginas que dedican a las mujeres deportistas, la mayor parte de los patrocinios siempre van enfocados al sector masculino, por ejemplo.

¿Sientes que se ha avanzado en el papel de la mujer en el deporte?

El deporte ha cambiado. Principalmente en las carreras de trailrunning se ven ya a muchas chicas. Algo está cambiando y por eso somos nosotras las que estamos dando un empujón a que cambie esa situación. Me alegro muchísimo. Doy muchos ánimos a esas mujeres que quieren correr. Se pueden poner unos retos y se pueden lograr con nuestro esfuerzo y con mucha ayuda.

«En las carreras ya se ven a muchas chicas»

¿Qué tiene Faro a Faro que no tenga otra carrera? ¿Qué te ha hecho repetir?

La carrera tiene una muy buena organización y trabaja para el corredor. El espíritu de la carrera: al correr en pareja lo compartes todo. Son sensaciones únicas. El cariño de los voluntario, la gente que te sigue y sobre todo el recorrido es espectacular. No podría perdérmela.

Repito porque me hace mucha ilusión. Participo con la misma pareja y es una carrera que no te deja indiferente. Para mi es una de las carreras fijas en el calendario desde el año pasado.

¿Has tenido la oportunidad de correr por la zona en la que se desarrolla este año la prueba?

He tenido la oportunidad de correr en alguna carrera por ese sendero. Hay tramos muy bonitos, partes muy duras también, mucho desnivel, terrenos muy técnicos. Es una buena zona para entrenar, te haces fuerte. Creo que deberían hacerse más carreras en esa zona porque es muy bonita.

Por último, ¿por qué recomendarías correr la Faro a Faro?

Es una aventura muy bonita. Una carrera de superación donde se comparten emociones. Sobre todo, el abrazo en meta que no se olvida jamás. La bienvenida en ese faro es mágica. Creo que son de los pocos recuerdos de las carreras que no se olvidan nunca.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación