El Ayuntamiento de la Villa de Los Silos ha abandonado el plan de ajuste al que se había visto obligado a llevar a cabo en los últimos años para cumplir con el principio de estabilidad presupuestaria y regla de gasto. Así lo asegura el consistorio tras obtener los datos de la liquidación del ejercicio de 2017.

Según el equipo de gobierno socialista, «estos datos reflejan una mejoría en muchos de los parámetros, consolidando así las líneas trazadas para establecer el equilibrio paulatino de la situación económica que ha afectado históricamente a esta administración«.

La deuda se ha reducido en medio millón de euros en un año

El Ayuntamiento mejora notablemente las cifras con respecto a 2016. Así, la diferencia entre ingresos y gastos pasa de 920.000 euros a más de 1.283.000 a 31 de diciembre de 2017. El ahorro neto alcanza los 670.000 euros frente a los 245.000 del año anterior, por lo que el Ayuntamiento podría realizar operaciones del valor de esa primera cifra. Por su parte, los fondos líquidos del consistorio aumentan hasta rozar los 260.000 euros —en 2016 estaban en 180.000 y, en 2015, en 85.000 euros—. El resultado presupuestario de 2017 (con unas cuentas prorrogadas desde 2011) asciende a más de 1.460.000 euros, mientras que el resultado ajustado es de 1.283.000.

Además, 2017 se cerró con 4.300.000 euros de deuda y, actualmente, está por debajo de los 4 millones. El Ayuntamiento llegó a su máximo histórico en 2012, cuando se situó en más de 6.300.000 euros. De 2016 a 2017, la rebaja fue de medio millón.

Estos datos, junto con el remanente de tesorería, que sigue en línea positiva, permiten al consistorio «cumplir sobradamente el principio de estabilidad presupuestaria» y no tener necesidad de realizar un plan económico financiero.

Por otro lado, la deuda de la residencia geriátrica Nuestra Señora de la Luz, dependiente del Ayuntamiento, ha descendido en dos millones de euros desde 2013.

El alcalde de Los Silos, Santiago Martín, destaca que «en este nuevo mandato se planteó como elemento de especial importancia la posibilidad de reajustar los presupuestos, para intentar que los balances comiencen a regularse, llevando a cabo medidas correctoras y de reubicación que comienzan a dar resultados». «Nos queda mucho camino por recorrer, pero vamos por la buena senda, ya que los datos que hablan por sí solos», afirma.