Los minutos pasan en la marquesina. Un día más, la guagua llega tarde. Pero, si por casualidad pasa antes de lo previsto, la espera será mayor. Usar el transporte público en la Isla Baja es una odisea diaria desde hace demasiados años para quienes no tienen la opción de utilizar el coche.

Son varios los usuarios de guaguas que muestran a DAUTE DIGITAL su descontento. En la comarca, al igual que en casi toda la isla, la utilización del transporte público se debe prácticamente a una cuestión de necesidad al carecer de vehículo privado.

La aventura diaria comienza en la TF-42. Entre Buenavista e Icod de los Vinos operan solo dos líneas, la 363 y la 107, con frecuencias de paso muy bajas. Por lo general, la 363 pasa de hora en hora y, la 107, cada dos horas. Algunos usuarios critican la impuntualidad de la guagua, que origina graves problemas a la hora de realizar el trasbordo en Icod. La línea 106 que conecta directamente con Santa Cruz espera en la Ciudad del Drago por los vecinos de la Isla Baja en las primeras horas de la mañana. Más tarde, si la 363 se retrasa, no hay lamento que valga.

De regreso a Daute, la situación no es mejor. Los pasajeros de la 106 —la mayoría son pacientes del Hospital Universitario de Canarias o estudiantes de la Universidad de La Laguna— se enfrentan cada día a una lotería: ¿llegarán a tiempo a Icod para coger el trasbordo hacia la Isla Baja? Cualquier retraso por el camino supone perder entre 20 y 50 minutos en la estación de Icod. La situación resulta curiosa cuando la 106 y la 363 se cruzan en la entrada de la ciudad, sin opción a arreglo.

La línea 363 no espera en Icod por la 106

La conexión entre ambas líneas tiene tanta importancia que incluso se ha llevado en varias ocasiones al pleno del Ayuntamiento de Buenavista del Norte. La última, en septiembre de 2016. Sí se puede presentó una moción para solicitar a TITSA que se tomasen las medidas necesarias para asegurar el trasbordo, así como impulsar una línea de trabajo conjunto con el resto de municipios de la comarca, encaminada a llevar a cabo acciones en común.

La propuesta fue aprobada por unanimidad y trasladada a los ayuntamientos vecinos, pero sin efecto real hasta el momento. Hace unos años, TITSA se excusaba en el efecto dominó de los horarios para justificar que la guagua hacia Garachico no esperase en Icod. Sin embargo, hoy en día aseguran que, si el usuario de la 106 teme perder el trasbordo, basta que lo comunique al chófer para que este informe al centro de control y la 363 espera unos minutos en Icod.

Pero no es ese el único problema al que se enfrentan los habitantes de la Isla Baja. La línea 107, que conecta Buenavista con Santa Cruz en un trayecto de dos horas, solo funciona de lunes a viernes, al igual que la 106 entre Icod y la capital. Para ir de la zona costera de la comarca al área metropolitana un fin de semana o un día festivo, el usuario se ve obligado a coger dos guaguas: la 363 hasta Icod o hasta el Puerto de la Cruz, y desde allí hasta Santa Cruz-La Laguna. En ningún caso baja de las dos horas de trayecto, teniendo suerte, otra vez, con los trasbordos en las estaciones.

La falta de una red de guaguas eficiente en Buenavista, Garachico y Los Silos se ha agravado en los últimos años con la supresión de la 368 que llegaba hasta Icod y que se intercalaba con la 363, reduciendo el tiempo de espera. También desapareció la 362 que unía Buenavista con Sibora y que facilitaba a los vecinos de Las Manzanillas subir al casco de Los Silos. Desde 2012 no funciona tampoco la guagua hacia Teno Alto, cuyos habitantes se ven obligados a utilizar el taxi o el vehículo privado para salir del caserío.

Tres líneas menos que se contraponen a la aparición de la polémica 369 entre Buenavista y Punta de Teno, un servicio eminentemente turístico, incompatible con el coche y en el que no se puede utilizar el bono ni cualquier otro sistema de descuento.

Los vecinos de El Tanque y las medianías de Garachico cuentan con más líneas al servir la TF-82 como vía de conexión con el Sur de la isla: 325, 360, 392 y 460, aunque también con horarios limitados.

El Cabildo de Tenerife parece haber oído las numerosas quejas de todos estos años y ha comenzado un proceso a través de la plataforma Hey Tenerife! para mejorar el servicio de guaguas en todo el Norte de la islaEn la plataforma se ha abierto un plazo de consulta hasta el próximo 30 de abril para recoger comentarios y aportaciones en general. También se ofrece el enlace a una encuesta, a través de la cual se quiere obtener información específica.

El objetivo, según la corporación insular, es presentar «una red más eficiente que potencie los corredores de movilidad más demandados, aquellos lugares de poca demanda o donde no se llega en este momento. Se trata de presentar una oferta novedosa, adaptada a las necesidades y que los recursos dedicados sean los adecuados«.

Hasta que eso se materialice, los vecinos de la Isla Baja seguirán esperando por un transporte público digno en la comarca que no les haga sentir ciudadanos de segunda en una isla que, casi siempre, se mira desde Anaga y muy poco desde Teno.

Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

4 COMENTARIOS

  1. Que risa, si fuera solo ése el problema de titsa, sufro todos los días que voy al trabajo pensando si la 231 va a salir, pero bueno cuando sale lo hace tarde siempre (y estoy hablando de una línea que es directa y tiene horarios menos regulares que la 232, ya que ni siquiera funciona los fines de semana es decir, que si yo quiero ir al sobradillo un fin de semana me tengo que calar el dichoso recorrido de la 232 y seguir perdiendo mi tiempo, deplorable) y por si fuera poco cada vez que voy a alguna zona de comercio hay problemas con los transbordos incluso llegando a ponerse ofendidos y agresivos los conductores de titsa por decirle las verdades, este ‘servicio’ si es que así se puede llamar, es una vergüenza.

  2. Publiqué hace ya unos meses mi opinión al respecto sobre esta situación bajo un titular muy claro: «TITSA maltrata a la Isla Baja», y me llevé una buena reprimenda por publicarlo. Lo más triste de todo esto es que, si algunos cargos de responsabilidad en TITSA leen nuevas críticas mías, me llevaré otras buenas reprimendas. No voy a permitir que anulen mi libertad de expresión, porque tenemos lo que nos merecemos. Estuve muchos meses aguantando la precariedad de este sistema, el único que se ofrece abiertamente para que la sociedad se mueva «con garantías» por toda la isla. No quiero hacer política de esto, pero convendría leer las reflexiones que el sociólogo Javier Aureyo hace sobre la espera como forma de control y de sumisión social. ¿Cuándo despertaremos? Sigo esperando…
    Cierro mi alegato afirmando que en TITSA he conocido a una pléyade de profesionales que se muestran descontentos con el sistema.

    Link sobre la tesis de J. Aureyo: http://aldianews.com/es/articles/politics/hacer-esperar-los-pobres-una-herramienta-de-control-en-manos-del-poder/51552