Las puertas de las casas se abren, los calderos de pescado encebollado están listos, las campanas de la ermita de Los Reyes suenan, todo el barrio está enramado y huele a poleo. Es día 6 de enero, día grande en Los Reyes y El Volcán.

La tradición habla de que cada una de las casas de El Volcán se convierte en un altar en el que poder ir a probar un trocito de pescado encebollado, un vasito de vino y trozo de ñame. Tubérculo que ha sido previamente guisado y que durante toda la Navidad se convierte en un elemento más de la mesa. También suelen ser acompañados por los tradicionales chochos.

Según fuentes consultadas, la tradición de abrir las casas viene de la familia Gutiérrez, conocida como ‘Los chícharos’. Se abría la casa para tomarse el vaso de vino y probar los ñames que previamente guisaban. El guisado de los ñames de la familia sigue manteniéndose en una pequeña parcela situada en El Volcán llamada ‘El rajadero’.

Ñames en 'El rajadero'
Ñames en ‘El rajadero’

En algunas de las casas las notas musicales y las parrandas también son protagonistas. La casa de Benigno o la casa de la familia Gutiérrez tienen música para todo el día, lo que hace disfrutar aún más de una jornada en la que los barrios altos del casco son protagonistas en Garachico.

Sonidos protagonistas

El barrio de Los Reyes celebra su festividad, obvia por la onomástica. A este núcleo se le une El Volcán. Por sus calles también va la procesión a media mañana. Pero antes, muy temprano, a Garachico lo despierta un repique que se oye días anteriores también desde la ermita de Los Reyes. Dice así: ‘tingui lingui lin, tingui lingui lan, todo pa’ Los Reyes, nada pa’ El Volcán’.

Ignacio Suárez repicando en Los Reyes. Foto: Andrés Lemus
Ignacio Suárez repicando en Los Reyes. Foto: Andrés Lemus

A ritmo de tambor y campana se da el aviso de que se acerca el día de Reyes. Es un repique tradicional, con un cerco geográfico cerrado ya que se limita a un barrio de apenas 50 habitantes. Etnografía en estado puro.

Otro sonido característico de la mañana de Reyes en el barrio de El Volcán y de Los Reyes es el del tajaraste. Desde bien temprano la familia Rodríguez Adán (conocidos como los Pirupa) y otros vecinos salen tocando esta melodía tan característica por las calles de El Volcán acabando en la ermita de Los Reyes. Llevan más de 20 años saliendo por El Volcán con esta tradición.

Naci Acosta, miembro de los Pirupa, recuerda que el primer año de esta tradición «mi abuelo Santiago Pirupa hizo los instrumentos. Mi abuela hizo el caldo de gallina y las truchas. Y los tocadores fuimos mi padre Goyo, el de los cohetes; mi tío Leoncio, Santi el carpintero, Sito, mi cuñado, y yo».

El enramaje de todas las calles es otra de las características del día 6 de enero en El Volcán. Las paredes de las casas se tiñen de verde que combina con el olor a poleo. Se han echado en falta en algunas ocasiones los tradicionales arcos que adornan el paso de la procesión. Este año tampoco han estado.

Pero sigue despertando ilusión la rama verde, los farolillos de colores de papel encendidos la noche del día 5 y los calderos de comida para que familiares y amigos visiten los altares de Los Reyes y El Volcán como marca la tradición.

Pepe Rodríguez, vecino de El Volcán y jefe de la Policía Local, colaborando con el enramaje de su barrio
Pepe García Rodríguez, vecino de El Volcán y jefe de la Policía Local, colaborando con el enramaje de su barrio
Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación