Llegó una de las épocas del año más esperada. La de compartir en familia, cantar villancicos, sentarse a la mesa a degustar menús especiales, luces y risas entre amigos, la Navidad. En cada casa se celebra de una manera distinta, en otras comparten tradiciones.

Asando los ñames en Garachico / Daniel Gutiérrez

Sin embargo, estas fechas no siempre se han vivido de la misma manera. Edelmira Rodríguez, vecina de 93 años de Buenavista del Norte, cuenta que en sus tiempos mozos no recuerda que se sentaran a cenar todos juntos como ahora se hace, era otro día cualquiera. Excepto por los ñames, que los iban a buscar a El Palmar «cerca de donde pasaba el agua por Las Lagunetas”, para luego guisarlos y comerlos.

Lo que sí era de obligado cumplimiento era la asistencia a la Misa del Gallo a medianoche. En aquella época era impensable perderse los actos religiosos y «solo si estabas muy enferma podías dejar de ir», cuenta Rodríguez.

Estas costumbres han ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo, pero todavía hay quienes cada año van a recoger ñames para degustarlos en familia y con amigos. Al igual que quedan devotos que acuden a dicha misa.

Asando los ñames en Garachico / Daniel Gutiérrez

Adoración al Niño Jesús

Los portales de Belén adornan las casas de la comarca. Son muchos los que dedican unas horas de sus días para prepararlo y que sea lo más especial posible. Desde ir a buscar zahorra y arena, hasta subir a Las Portelas o Teno Alto a buscar helechos y pasteles para que la flora que lo adorna sea natural, son algunas de las tradiciones de los vecinos.

Incluso, hay quienes más que horas, le dedican meses. Se sientan con calma a preparar con sus propias manos cada detalle, las casas con cartones de leche o cajas de zapatos, huertas, riachuelos, alumbrado. Todo esto para tenerlo expuesto unas semanas, pero cada año con la misma ilusión.

La Villa y Puerto y su cabalgata

Garachico brilla. Engalanado con cientos de luces es un reclamo para los amantes de estas fechas. En el pueblo se llevan a cabo muchos eventos durante estos días, como el concierto de Navidad y Año Nuevo.

Además, en casi todas las casas el día de Navidad se come pescado. Quizás sea por su historia marinera, y por aquellas épocas en las que en el municipio se encontraba el puerto de la isla.

Aunque, sin duda, su día grande es el 5 de enero. Sus Majestades se preparan para recorrer los barrios en camello desde Las Cruces, pasando por San Pedro, Los Reyes y El Volcán, dejando un rastro de fuego y sonrisas a su paso, hasta llegar a la Glorieta de San Francisco, donde le hacen la ofrenda al Niño Jesús. Ese día se respira el espíritu de la Navidad en cada rincón; no solo sueñan los más pequeños, también los grandes.

«La participación en el Portal Viviente es tradición»

En El Tanque, la Nochebuena se vive de manera distinta con la representación del Belén Viviente, que tiene más de 100 años de historia. Los que participan en este acto, que no son pocos, no tienen mucho tiempo de compartir en familia. Comen a toda prisa, para ir a prepararse y que esté todo listo.

Andrés Méndez, presidente de la Asociación Nochebuena, cuenta que es algo que pasa de generación en generación, no el papel que representa cada actor, pero si las ganas de ser parte del evento, «es tradición». Aunque con mucha pena afirma que cada vez «viene menos gente a verlo».

Foto: A.C. Nochebuena de El Tanque

La Nochebuena en Los Silos comienza temprano. Desde hace algunos años, la fanfarria juvenil del municipio anima el día desde las 4 de la tarde por las calles del casco, tocando villancicos y visitando el geriátrico junto a varios belenes particulares. El fin de fiesta tiene lugar en la gasolinera, cerca de las 7 de la tarde.

Más allá de eso, la estampa clásica silense por estas fechas es la de un pueblo lleno de luz a los pies de la montaña de Aregume, coronada por un gran árbol de Navidad visible desde varios kilómetros. En los últimos años, grupos de amigos se han animado a salir por las calles cantando villancicos, sumándose a una amplia oferta musical en la Villa durante estos días.

Pero la peculiaridad de la Navidad en Los Silos está en el 6 de enero. El pueblo da la bienvenida al Día de Reyes de madrugada, cuando algunos coches (y la bicicleta de Adriano Cordovés) despiertan a los vecinos con el arrastre de los cacharros sobre los adoquines, indicando que Sus Majestades ya han pasado por las casas. Los petardos se encargan de hacer el resto.

fanfarria los silos nochebuena 2013
Pasacalle de Nochebuena de la Fanfarria de Los Silos

Junto a todas estas tradiciones se suman otras como la elaboración de truchas de batata y cabello de ángel, alimento imprescindible en la mesa en estas fechas, además de otros dulces.

Aunque la tendencia en estos últimos años es la de comprarlas en pastelerías, todavía hay quienes en sus casas las preparan y enseñan la receta a sus hijos para que no se pierda la costumbre de hacerlas en casa.

El Día de Reyes, en los hogares se les deja licor y polvorones a sus Majestades de Oriente para que no pasen hambre en su recorrido. Sin olvidarse de sus fieles acompañantes, los camellos, a los que se les pone hierbas para que no pierdan el rastro y lleguen a dejar regalos.

Tradiciones adoptadas

Las Islas Canarias siempre han estado ligadas a Venezuela, por aquellas duras épocas en las que muchos de nuestros familiares tuvieron que emigrar. Son bastantes las familias que en Nochebuena sirven en sus mesa, hallacas, pata asada y pan de jamón, alimentos típicos del país que durante tanto tiempo acogió a los isleños.

Por otra parte, Papá Noel llega cada vez a más lugares de la comarca desde el Polo Norte. Mientras todos terminan el postre y brindan pidiendo deseos, entra sigilosamente y deja los regalos debajo del árbol, para que a media noche los niños y no tan niños puedan abrir los paquetes.

La Navidad en la Isla Baja deja cientos de tradiciones, a cada cual más especial. Buenavista, Los Silos, Garachico y El Tanque son el escenario perfecto para arrancar sonrisas y despertar sueños en estas fechas tan entrañables.

Graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna. Redactora de la revista 360 Periodismo de Investigación y de Las Palmas VAVEL.