El Festival Internacional del Cuento de Los Silos dejó atrás su XXII edición con un balance muy positivo por parte de la organización, traducido en unos 25.000 asistentes, más de 200 actos y visitas escolares para 3.300 alumnos. Su director, Ernesto Rodríguez Abad, destaca la numerosa asistencia de público durante todo el puente de diciembre. «Ha habido una aceptación muy buena y hemos tenido un Festival con una calidad bastante positiva, tanto en el plano artístico como el teórico-formativo y el organizativo», asegura.

Para Rodríguez Abad, «estamos llegando a una madurez muy importante y ya se nos debe tener en cuenta como una oferta muy seria a nivel insular, porque es bastante decepcionante que se nos siga viendo como un evento que se realiza en un pueblo lejano y donde se hace algo que no está mal».

Patios encuentados

Han sido cinco días con un variado programa de actos para todos los públicos. Más de 200 actividades se sucedieron durante el Festival, a las que hay que añadir las visitas escolares en la segunda mitad de noviembre, actuaciones y talleres en el centro penitenciario Tenerife II, geriátricos y residencias de discapacitados, así como los Cursos de Extensión Universitaria de la Universidad de La Laguna.

Cayetano Cordovés e Ingrid Hernández, miembros de la organización, han puesto de manifiesto la apuesta por continuar ofreciendo espectáculos únicos en lugares inusuales, «huyendo de espacios demasiado grandes para jugar así con la intimidad». Los cuentos de narradores internacionales y nacionales han fluido por patios y casas particulares, callejones, cuevas y en plena naturaleza, en lugares tan emblemáticos de Los Silos como los Lavaderos de Susana, Pina, la montaña de Aregume o los hornos de la cal.

Andrés González Nova narra historias en el horno de cal

Además, destacan, por un lado, la «gran repercusión que ha tenido el Festival en la economía local, con restaurantes y cafeterías llenas», en una edición en la que también ha aumentado el número de actividades en la calle. Por otro, continuar innovando al conjugar la narración oral con otras artes como la gastronomía (realizando catas o degustaciones), la música, la ilustración o la historia.

Apuesta educativa

Por otra parte, la educación también ha tenido un papel importante en el Festival Internacional del Cuento. La IV edición de Aula de palabras se ha completado con el I Premio Regional de Excelencia Educativa en Experiencias Lectoras, otorgado a María del Rosario Pérez Mesa, del CEIP Santa Úrsula, por el proyecto Semana de las letras diversas. Los dos accésits correspondieron a Domingo Ledesma Díaz, del CEIP Tomás de Iriarte (Puerto de la Cruz), con Del cuento escrito al cuento interpretado y filmado; y a Jacqueline Negrín Rocha, del CEIP Teófilo Pérez (Tegueste), con La biblioteca te cuenta.

Así mismo, Ernesto Rodríguez de Abad subraya «la implicación cada vez mayor de la Universidad de La Laguna en un Festival que quiere crecer con el compromiso con la educación». Alumnos de Periodismo y de Animación Lectora de Magisterio han vuelto a hacer prácticas formativas en Los Silos, a los que se suma un año más el grupo de teatro de Filología. Todo ello complementa la relación con la institución académica, presente en cada edición con los Cursos de Extensión Universitaria.

La Tuna de Medicina de la ULL en los ‘Balcones de cuentos’