El arte sigue vivo en San Juan del Reparo. Los vecinos del barrio de medianías garachiquense volvieron echarse literalmente a la calle para alfombrar con flores y brezo el recorrido por donde pasaría por la tarde la procesión del Corpus Christi.
Un total de siete tapices verticales delimitan los tramos de calle donde cada familia o grupo de amigos realiza los elaborados y coquetos pasillos, siempre con la coordinación de la comisión de fiestas Corpus y Reyes. Los imponentes altares, que recuerdan a los de la localidad palmera de Mazo, centran la atención del día. Su realización requiere de muchas semanas de trabajo para que luzcan en todo su esplendor en el Corpus de San Juan del Reparo. Gran parte de culpa la tiene Paco Delgado, que próximamente será nombrado Hijo Predilecto de Garachico, entre otros méritos, por su contribución al engrandecimiento de esta fiesta religiosa.
Ha sido el primer año que hemos tenido que comprar flores
Nos encontramos con Paco en uno de los tapices que ha confeccionado con la ayuda de los vecinos. Es el segundo donde descansará la custodia con el Santísimo. Hasta que llegue ese momento en la procesión de la tarde, otra custodia —artesanal, en este caso—, completa la estampa. No ha sido un año fácil. El calendario ha querido que el Corpus Christi se celebrase a mediados de junio, lo que complica la recolección de flores en La Culata para realizar los pasillos. «Ha sido el primer año que hemos tenido que comprar flores», subraya Delgado.
Además, es la segunda ocasión que el barrio traslada la fiesta al domingo siguiente, buscando una mayor afluencia de personas al no coincidir con el resto de localidades de la isla. Fue una propuesta del párroco que tuvo buena acogida para los vecinos. A Paco Delgado le ha servido, por ejemplo, para visitar el Corpus de otros pueblos y fijarse en cómo se elaboran en ellos las alfombras.
Pero hay un tercer grado de dificultad: las fiestas de San Juan. El barrio ha tenido que compaginar este año los actos en honor al patrón con la festividad del Corpus Christi. Este sábado por la tarde sacaban a San Juan Bautista en procesión y, apenas minutos después, quedaban instalados los tapices verticales en las calles. Uno de los vecinos que colabora con el último altar, con un primer plano del rostro de la Virgen, destaca las casualidades del calendario. «Y eso que este año no ha habido comisión de fiestas», indica.
Desde ese punto de la calle El Monte, junto al Calvario, se aprecia la sinergia festiva: media calle adornada con palmeras y banderas junto a la imagen de San Juan, y media calle vestida de gala con flores y colgaduras rojas con la custodia.
Es cerca de la 1 de la tarde y los vecinos siguen agachados en el asfalto. Aunque la misa es a las 7, el trabajo está muy adelantado y faltan pocos detalles para acabar la faena. Como no corre la brisa, el arte efímero floral se mantiene intacto en el pavimento. «Antes solíamos colocar velas en los altares, pero nunca podíamos encenderlas», cuenta como anécdota Paco Delgado, quien cree que ya va siendo hora de volver a intentarlo, además de recuperar la música en cada uno de los descansos de la procesión.
A pesar de que el artista local hacía un llamamiento en DAUTE DIGITAL a la involucración del Ayuntamiento de Garachico para salvar el Corpus, en realidad la tradición tiene visos de continuidad. Ya no es solo Delgado quién plasma los tapices. También otra vecina se ha animado desde hace dos años y un joven de apenas 17 quiere seguir con la tradición. Este 2017, por la coincidencia con los exámenes, no ha podido, «pero el próximo año ya estará trabajando conmigo», asegura Paco.
Los medios de comunicación también han ayudado a darle fama al Corpus culatero. Por una calle aparece un equipo de Televisión Canaria, que entrevista a algunos vecinos y graba algunos tapices. La gente se queja de que no filmen todo el recorrido pero el cámara y la reportera se excusan en que tienen que irse ya para Santa Cruz porque, si no, el trabajo de los vecinos no podrá ser emitido. Otra vez será. Al menos, DAUTE DIGITAL sí pudo hacer todo el itinerario y guardar para la posteridad el arte desplegado por un barrio.
