La adaptación al medio es la clave de la supervivencia y el éxito. Una premisa que tiene clara Antonio Líebana, fotógrafo especializado en naturaleza y publicidad. Dos mundos muy opuestos pero que le han valido para convertirse en un profesional versátil.

Del mismo modo, otro pionero de la contemporaneidad como Cartier-Bresson puede aplicarse con Liébana: «anticiparse a la conducta del sujeto y saber mirar el entorno en el que está es clave también», asegura.

Su dilatada experiencia en el mundo de la fotografía de naturaleza le ha proporcionado sensaciones únicas que transmitirá en Garachico, dentro de FICMEC. Desde el viernes 26 hasta el domingo 28 de mayo bajo el título Proceso creativo en el fotógrafo de naturaleza.

Precisamente esta parcela, la naturaleza, es el ámbito en el que el fotógrafo se siente más cómodo. De este mundo asegura que «la naturaleza lo da todo. Aprendes cada día, de cada especie y entorno que fotografío». Deja claro que desarrollando esta actividad tiene un compromiso con la conservación del medio ambiente: «tenemos este compromiso tanto en la labor divulgativa como formativa. Es una manera de devolver todo lo que nos da».

No obstante, Liébana reconoce que además de ser agradecida, la naturaleza es «cruel, dura y salvaje».

Muchos pueden pensar que la labor del fotógrafo de naturaleza es una labor en soledad. «No siempre voy solo. Muchas veces me acompañan gente de los lugares. Es necesario contar con ese apoyo y estar compenetrado con ellos es vital para el buen desarrollo de mi trabajo», explica.

Sin embargo, sí que hay momentos de soledad: «la soledad del fotógrafo de naturaleza es algo mágico», define y prosigue narrando que, por ejemplo, «estar delante de un animal salvaje, tu solo, separado por un trozo de tela, hace que las pulsaciones se aceleren, la respiración se entrecorta y procuras pasar lo más desapercibido posible».

La satisfacción de la docencia

El fotógrafo de León se encuentra en Garachico realizando el taller de fotografía medioambiental dentro de FICMEC. Además, recibirá en la gala inaugural de este sábado 27 el premio Brote Fotografía por su trayectoria en el mundo de la naturaleza. Ha expresado su satisfacción por recibir un premio que se basa en su labor en favor del medio ambiente.

Liébana no esconde su satisfacción al ver cómo evolucionan sus alumnos en las diferentes actividades que organiza. Tiene un amplio calendario de talleres entre los que destacan algunos momentos únicos en especies como el de berrea o del rebeco cantábrico. «Planifico actividades que considero interesantes para el alumnado. Lo más importante en ellos creo que es poder transmitirles el momento tan especial que están viviendo a través de sus cámaras», declara.

A lo que añade que «todo es especial y creo que es un error dejar de sorprenderse de esos momentos tan especiales. Esto es una máxima en la fotografía y es vital transmitirlo».

El aspecto versátil de Liébana ha quedado refrendado en su trabajo a nivel publicitario. «Es algo que se consigue con el tiempo, mezclando técnicas de las diferentes disciplinas que te sientes a gusto y buscando el inconformismo fotográfico. No acomodarse con los primeros resultados», define Antonio Liébana.

Todas estas ideas serán transmitidas en primera persona por Liébana en FICMEC. «Estamos en este entorno mágico que es Garachico. Tenerife ha sido una asignatura pendiente para mí», dice.