“Los lugares muy masificados y con cierto riesgo deben tener algún tipo de regulación”

El jefe de servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, Cristóbal Rodríguez Piñero, destaca el proceso emprendido en Punta de Teno

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Ha pasado un mes desde que se pusiese en marcha la regulación del acceso a Punta de Teno, fruto de un estudio de carga del espacio y de un proceso de participación ciudadana. Desde el área de Medio Ambiente del Cabildo afirman que la medida era necesaria. “Lo ideal es que sea beneficioso para el espacio protegido y para la población de la isla”, apunta Cristóbal Rodríguez Piñero, el jefe de servicio de Medio Ambiente de la corporación insular. Su intención, que el proceso sea entendido por la población y que esta no se vea perjudicada: “No es nuestra intención hacerlo.”

Lo primero que hizo el Cabildo en Punta de Teno fue encargar el estudio de carga del espacio. ¿Cómo se encontraba Punta de Teno hasta ese momento?

Lo de Punta de Teno no es nada nuevo. No es una cosa que haya surgido ahora. Ya se sabía desde hace tiempo que tenía un problema de masificación de personas que estaban llegando allí. También la carretera tenía dificultades y ya se contemplaba en el PRUG del Parque Rural la posibilidad de hacer una regulación. Para proceder a esa regulación, el año pasado nos planteamos hacer un estudio previo sobre qué estaba pasando en Punta de Teno a raíz de todos los problemas que había en la carretera. Las apreciaciones que había del lugar eran un poco subjetivas, por lo que se realizó el estudio para ver ciertamente las dimensiones del hecho ante el que estábamos.
Hicimos el estudio de capacidad de carga y se comprobó que, para aquel entorno concreto, la cantidad de gente y de coches superaba la capacidad de acogida psicológica. En algunos momentos del día había una cierta masificación. A raíz de ahí se empieza a ver qué posibilidades habría de hacer una regulación para ver si se podía mejorar el entorno y que no hubiese deterioro y, por otro lado, que el visitante tuviera una calidad interesante de la visita. Es decir: vengo y, si me gusta, vuelvo. En definitiva, tener una experiencia agradable. Ese fue el objetivo que se planteó en el trabajo.

El PRUG ya contemplaba la posibilidad de regular Punta de Teno

A parte de la Punta en sí, ¿detectaron también algún problema en otros lugares de Teno Bajo?

Realmente se estudió solo la Punta, donde se genera el problema. En otros lugares, los visitantes están más dispersos.

En el informe se hablaba de otros lugares como El Draguillo…

Sí. Lo que se plantea es que, indudablemente, la capacidad de carga de Punta de Teno está condicionada por el entorno. Podrían llegar más personas si estuvieran más dispersas. El problema es que todo el mundo se concentra allí, da una vuelta al faro, baja al muelle y regresa. La idea para el futuro es dar más opciones, que la gente pueda coger el sendero del litoral, con la idea de poderlo enlazar con El Draguillo y hacer un circuito que volviese hasta la Punta. Se trata de diversificar un poco más, ver la posibilidad de poner el faro en uso, darle una mejor utilidad al embarcadero… El estudio también plantea que esas mejoras servirían para que la visita fuera mucho más agradable y que el visitante invirtiera más tiempo en la zona y pudiera moverse por todo el territorio de Teno Bajo de manera ordenada.

Ha hablado de cuestiones subjetivas por las que se hace el informe. No obstante, una vez se recogen los datos, entiendo que los resultados eran previsibles.

Sí. Lo que se veía cuando uno iba allí es que, para el número de aparcamientos y personas que había, ya se preveía que estaba un poco saturado. El estudio lo que hizo fue cuantificarlo. Nos hubiese gustado que continuase a lo largo de todo un año, como eran nuestras previsiones, pero la caída del muro de la carretera y el cierre de la vía no nos permitió hacer todo el proceso, pero los datos se obtuvieron desde enero a julio de 2016 y nos daban prácticamente una idea.
Posiblemente en el verano se incrementaría y luego en otoño a lo mejor podría volver al estado del invierno. Continuaremos ahora también haciendo pequeños conteos que nos van a ir dando una idea. Con la regulación podremos comparar y ver cómo es la afluencia los días en los que hay regulación y en los que no; y cómo se comporta la gente.

Si tuviera que destacar un aspecto de todo este proyecto, ¿cuál sería?

Fue un trabajo que se hizo con bastante rigurosidad. Se plantearon 300 encuestas y finalmente se realizaron 900. Yo destacaría eso. Posiblemente también, en desventaja, fue el tiempo que tuvimos, porque nos hubiese gustado que hubiese sido más largo y la participación un poco mayor. No obstante, el cuestionario fue bastante completo y nos dio una radiografía de lo que pasaba en Punta de Teno.

¿Han entendido las críticas de la mayoría de los vecinos de Buenavista sobre las reticencias a tener que regular el acceso de la carretera?

Indudablemente, entiendo que la gente tuviese cierta reticencia a cualquier tipo de regulación en un territorio libre donde todo el mundo entra cuando quiera y de la forma que quiera…Tampoco es que se les exija mucho pero era una cierta regulación. Eso ya lo vimos hace unos años con la regulación del sendero del barranco del Infierno (en Adeje) y donde al principio hubo bastantes reticencias. Sobre todo por un tema filosófico, porque al final a veces ni siquiera son muy usuarios, pero la palabra regular parece que prohíbe entrar a un territorio, que es de todos. Luego, con el tiempo, en el caso del barranco del Infierno, la gente lo aceptó como un hecho normal y necesario en algunos territorios. Tampoco es tanto como a veces la gente supone. No creo que sea regular todo. Solo estamos hablando de algunos enclaves que tienen unas características muy concretas y que necesitan de algún tipo de control. El objetivo no es cobrar por andar por los senderos, pero deben tener algún tipo de regulación unos pocos enclaves muy masificados y con cierto riesgo.

«Planteamos 300 encuestas y se hicieron 900.»

¿Masca va a ser el siguiente paso?

Ahora mismo va a empezar un proceso de participación en Masca. El barranco en sí es un barranco con ciertos riesgos…

¿Estaríamos hablando solo del barranco o del acceso al caserío?

No, no. El barranco. Lo que se está hablando es del riesgo que tiene el barranco por la afluencia tan importante de personas que van y por las dificultades que tiene el barranco en sí. El año pasado se encargó un estudio y se han dado unos resultados, y ahora se quiere llevar a discusión con toda la gente implicada, como se hizo en Punta de Teno. Ahí se verán los pros y los contras. Es cierto que algo habrá que hacer porque prácticamente, como informa el 112, casi semanalmente están yendo los helicópteros a rescatar gente. Por ahora ha habido suerte y han sido solo pequeños accidentes, pero está claro que necesita algún tipo de regulación, información… Siempre preocupa a la gente lo de cobrar o no, pero creo que eso debe ser un problema secundario. Lo importante es que la gente vaya con cierta seguridad.

¿Falta cultura ambiental en Tenerife?

No lo sé. A veces uno tiene la impresión de que sí. Parece que cada vez hay más sensibilidad con temas medioambientales, pero por otro lado hay algunos aspectos en los que te quedas con la duda. Hay mucha gente y a lo mejor un 90% está convencida, pero un 10, 5 o un 1% distorsiona lo que opina la mayoría. Creo que la gente ahora está mucho más concienciada y conoce mejor los problemas ambientales, aunque a veces nos dejamos llevar por la comodidad.. Desde la escuela y las administraciones se está trabajando en programas de educación ambiental y, por supuesto, desde el Cabildo. Eso está calando y creo que vamos en la buena dirección.

DAUTE DIGITAL entrevistaba el pasado mes de enero al naturalista Juan José Ramos, que afirmaba que el Parque Rural había actuado con dejadez con Punta de Teno.

Los problemas que tienen a veces los espacios naturales son múltiples. Ojalá pudiésemos abordarlos todos a la vez y con diligencia. A veces, cuando llegamos a los parques rurales, lo que nos ha pasado es que había muchas deficiencias respecto a los habitantes y el esfuerzo se ha hecho en mejorar sus condiciones de vida. Posiblemente se han dejado otros aspectos de uso público que no se han atajado con tanta rapidez. Una vez cubierto este primer objetivo, de mejorar las infraestructuras y los servicios básicos de los habitantes, el siguiente paso es trabajar en mejor el uso público. La dinámica y los presupuestos y recursos han hecho que acordáramos entre todos ir en esa dirección. Los parques rurales tienen unas juntas rectoras donde se discute sobre en qué cosas se invierten y en cuáles no. Hemos mejorado muchos senderos pero no hemos llegado a todo. Nos queda mucho por hacer.

¿La creación de la Reserva Marina de Teno ayudaría a complementar la Punta?

Posiblemente sí. Están prevista dos reservas: una en Anaga y otra en Teno. La zona de Teno está declarada como Zona de Especial Conservación. También en Anaga hay dos. En Teno abarca coge desde el sur hasta la Punta. Lo que sí es cierto es que las reservas marinas podrían ser un apoyo a la parte de la gestión de estos territorios porque, aunque protegemos la parte terrestre,la marina se está quedando un poco olvidada. Ojalá que se materializaran estas dos reservas marinas o algo similar… o que se pusiera en marcha toda la gestión de la zona ZEC que en este momento corresponde al Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación. Si ellos también se involucrasen en gestionar estos territorios, podría ayudar. Por ahora no se está haciendo una gestión muy activa en la parte marina; haría falta.