El Ayuntamiento de Garachico no prepara medidas “a la fuerza” para próximas Nocheviejas. Solo más información y diálogo ante el aumento de la afluencia.
La pasada fiesta de Fin de Año en Garachico superó con creces las expectativas del propio Ayuntamiento. Así lo reconoce su alcalde al señalar a DAUTE DIGITAL que las más de 5.000 personas que se dieron cita en el casco histórico fueron muchas más de las esperadas. “Me hubiera conformado con menos de la mitad de las que finalmente fueron”, subraya Heriberto González.
El primer edil destaca la “apuesta arriesgada” que el consistorio tomó con las campanadas de 2016, retransmitidas para toda Canarias por la televisión autonómica y que resultaron un éxito de participación. Este año, sin televisión, la cita en la glorieta de San Francisco se antojaba más complicada pero la participación llegó a superar a la de la edición anterior. Por ello, desde el Ayuntamiento ya tienen decidido continuar con el baile de Nochevieja porque creen que, con tan solo dos años celebrándose, “ya está consolidado”. “Si hubiera sido un fracaso no lo habríamos repetido, pero queremos hacerlo todos los años porque resulta muy cómodo para la gente del pueblo y de la comarca que otros años se veía obligada a coger el coche y salir hacia otros lugares como Puerto de la Cruz”, apunta Heriberto González.
«El próximo año pondremos algunos agentes más»
El alcalde saca pecho de una noche que transcurrió “prácticamente sin incidentes”. Los datos facilitados por la Policía Local hablan de “tres o cuatro peleas”, con tres personas atendidas por Cruz Roja sin necesidad de ser trasladadas al hospital. “No hubo roturas del mobiliario urbano, ni siquiera del alumbrado navideño colocado a ras de suelo”, indica el máximo mandatario garachiquense. El único desperfecto fue la rotura de un espejo retrovisor de un vehículo, “seguramente ocasionado por el alcance de otro coche y no de forma voluntaria”.
A pesar de todo, el éxito de la fiesta conlleva nuevas medidas de seguridad y el Ayuntamiento ya tiene la vista puesta en la próxima Nochevieja. Algunos vecinos expresaron en las redes sociales su malestar por la falta de agentes de la Policía Local y por el botellón realizado en muchas calles del casco. El alcalde lo tiene claro: no quieren tomar medidas “coercitivas” pero sí llevarán a cabo labores informativas encaminadas a buscar la “moderación y la educación”. “Durante la noche había 10 policías, más que el número total de la plantilla de Garachico. No son pocos, pero de saber que vendría tanta gente seguramente hubiésemos contado con 5 o 6 efectivos más”, señala González.
El alcalde quiere sobre todo “diálogo” y recalca lo de no llevar a cabo medidas coercitivas. “Es normal que la gente lleve bebidas en los coches, aunque no tanto poner la música alta en los vehículos alejados de la glorieta. En todo caso, lo que vamos a hacer el próximo año es informar más, pero está totalmente descartado eliminar esto a la fuerza.”
En la mente de muchos está el decaimiento del baile de magos de San Roque hace ya una década, originado por la supresión total del botellón y la fuerte intervención policial. “Nosotros no vamos a traer a la UNIPOL a la fiesta de Fin de Año”, aclara el alcalde. “Tiene que haber equilibrio entre el divertimento y el descanso de los vecinos, y para ellos buscaremos el diálogo y la información.”
Lavado de cara exprés
La mañana del 1 de enero y el final de la fiesta dio paso al Concierto de Año Nuevo de Tenerife, que ya ha cumplido su tercera edición. Heriberto González destaca la labor de los operarios de limpieza del Ayuntamiento, que a la 1 de la tarde ya habían concluido su tarea en la glorieta de San Francisco, escenario de dos eventos tan importantes en poco espacio de tiempo. “El casco estaba prácticamente limpio a la mañana siguiente. Solo quedaron algunas calles más alejadas que hemos terminado de limpiar en estos días”, indica.
