La problemática de la calle Santa Ana en Garachico ya es ampliamente conocida por los garachiquenses. No obstante y ante la inacción de la Justicia, Roque González Tosco, vecino de la calle; ha recurrido a los medios de comunicación para comprobar si es esta la solución a lo que él mismo ha definido como «una película de terror». Ha entrado en las ondas de COPE Canarias a causa del comportamiento incívico de un vecino de esta recóndita vía garachiquense.
Todo comenzaba hace aproximadamente dos años, cuando este individuo empezó a residir en la vivienda colindante a la escuela infantil ‘La casita amarilla’. Según Roque González, vino al cuidado del que «él decía ser su abuelo. Esta persona mayor finalmente está en la residencia de mayores de Garachico por la situación en la que se encontraba».
Muchas noches a la semana y también días, Jonay, este vecino problemático; arremete contra los vecinos con insultos, amenazas de muerte, robos y allanamientos de morada (en el caso de la guardería) bajo los efectos del alcohol y las drogas. «Él actúa sobre todo por las noches», explica González y soporta sus declaraciones con algunos audios que ha podido grabar y en el que se comprueban todos los improperios que grita al vecindario. Este es uno de ellos.
Además, explica cómo ha sido testigo en alguna de las causas pendientes de este individuo. Concretamente, acudió a declarar el pasado mes de febrero en un juicio por allanar la guardería por segunda vez, un centro en el que a diario acuden decenas de menores. «Fui a declarar como testigo y esa misma tarde este señor ya estaba en la calle. Ya no sabemos qué hacer y cómo hay que hacerlo», espeta.
«Son incontables las veces que ha venido la Policía Local y la Guardia Civil por diferentes altercados a lo largo de estos dos años», narra y afirma que han sido muy diversos los conflictos en la calle: violencia de género, peleas con otra persona conflictiva que empezó a vivir con él o robos de diferente índole.
Por otra parte, González cuenta que lo que se oye por el pueblo «es que tiene una paga. No puedo asegurarlo al 100 %, pero no creo que una persona así tenga una paga donde le dan un cheque y se lo gasta en alcohol y en drogas. Creo que necesita otro tipo de ayuda».
«No sé cuál es el extremo de esto. ¿Ir a manifestarnos cuando tenga un juicio al juzgado? Esto pasa en la calle Santa Ana, que es una calle pequeña de Garachico, escondida, donde no se ve y parece que no está pasando, pero sí está pasando», concluye.