Viene desde el otro macizo, el de Anaga. La directora del Parque Rural de Teno, Judith Fernández, transmite entusiasmo y ganas de trabajar. Ingeniero agrónomo de formación, está convencida de que el problema del caserío de Masca es de movilidad. Cree que tarde o temprano, habrá que regular la vía de alguna manera. Defensora de la depuración natural «si es posible», enumera diferentes proyectos para enclaves como Masca, Los Carrizales o Punta de Teno que están por llegar. Fernández viene para quedarse tras veinte años de Abel Herrera y el paso fugaz de Víctor Pérez en la dirección de este parque. Un espacio único que suspira por la conservación medioambiental, la gestión turística, el contacto con los vecinos y la debida atención a las explotaciones agrícolas y ganaderas. 

– Llegó al cargo a finales de 2020, ¿cómo está siendo la experiencia de dirigir un parque rural como el de Teno? 

Bien, muy enriquecedora. Muy entretenida, con mucho trabajo y estoy muy ilusionada. Es un trabajo que me gusta mucho porque combina bien la conservación, el desarrollo económico y me interesa mucho el sector primario, la población, el desarrollo rural por mi formación. Soy ingeniero agrónomo. Siempre desde una perspectiva sostenible, conservacionista y creo que un parque rural es el escenario ideal para el desarrollo de todo tipo de acciones relacionadas con estas materias.

Con la sensación siempre de ir apagando fuegos y no dar la talla en nada, de no poder profundizar todo lo que a uno le gustaría en todo. Uno planifica, pero esas planificaciones que tienes se desbaratan con el día a día. Es verdad que hay una cierta planificación a través de un presupuesto que hay que ejecutar y eso en la medida de lo posible si se cumple.  

– La consejera de Medio Ambiente, Isabel García, dijo que con la nueva dirección comenzaba una nueva etapa en el parque en la que se reforzarían cuatro pilares: la gestión turística, la conservación medioambiental, el contacto con los vecinos y la atención a explotaciones agrícolas y ganaderas. ¿Se han cumplido estas tareas en este tiempo? 

La gestión turística creo que sí. Estamos muy centrados en el uso público. Es imposible no hacerle caso, nos lo demandan. Cada vez hay más gente que hace uso del territorio, la salida del confinamiento creo que ha sido un ‘boom’ en la naturaleza y ya se está otra vez empezando a recuperar el turismo. Tenemos enclaves como Masca, como la Punta de Teno que son de una gran afluencia y nos demanda mucha dedicación. Hasta demasiada a veces. Pero bueno, es verdad que si conseguimos canalizar y regular bien esos flujos, esa regulación va a tener también sus efectos en la conservación, el desarrollo. Lo ideal es lograr que esta actividad turística deje fondos dentro del parque, que sirva para el desarrollo socioeconómico de la gente que aquí vive. Estamos invirtiendo tiempo en Masca: el tema de la regulación del barranco, del viario peatonal o del embarcadero ahora para este año.

Con la conservación lo que ocurre es no se ve tanta inversión, es verdad que gran parte de las actividades de conservación las hacemos con medios propios. Pero sí es un objetivo el incidir más en los temas de conservación. Una de las tareas que hemos encomendado a una nueva compañera es la revisión del subprograma de conservación que se había redactado no hace mucho. Hay que hacer un seguimiento para ver qué hemos conseguido, qué no, hacia dónde tenemos que dirigirnos…

El contacto con los vecinos era una de las demandas que le hacían a la consejera los propios vecinos. Cada vez que me llaman a mí o a los técnicos hemos tenido disponibilidad total. Aunque al igual esa respuesta te la tienen que dar los vecinos (se ríe). Por nuestra parte, tratamos de atender sus demandas. Recibimos muchas llamadas de los vecinos y muchas consultas. Sobre todo, antes de hacer una inversión nos consultan.

En cuanto a las explotaciones agrícolas y agrarias, estamos trabajando muy de la mano con la agencia de extensión agraria de Buenavista. En este sentido, tenemos varias líneas abiertas. Con la ganadería en Teno Alto, por ejemplo, cuando entré me plantearon que había ciertos problemas con la tramitación de algunos expedientes ganaderos que estaban atascados en el Ayuntamiento. Lo que queríamos era ver la manera de ponerle facilidades a los pocos ganaderos que quedan, intentar facilitarles la burocracia, al menos. Tras varios intentos, conseguimos reunirnos con el Ayuntamiento, nos reunimos también con la dirección general de Ganadería y hemos establecido un protocolo para que los expedientes vayan por una vía más rápida.

«Queremos ponerle facilidades a los pocos ganaderos de Teno Alto»

Por otra parte, está el tema del abandono del cultivo del cereal. Creo que este año pasado fue ya el primero en el que ninguno de los agricultores de cereal se decidió a plantar. Nos reunimos con los agricultores y nos decían que han abandonado el cultivo por la trilladora. Agricultura del Cabildo tiene un convenio con ACETE (Asociación de Cereales de Tenerife). La zona más cerealista está La Orotava e Icod del Alto y la trilla la empiezan por esa parte. Se planifica el inicio de la trilla con la época de recogida de La Orotava e Icod del Alto. No dejan fuera a los de aquí, pero vienen fuera de época. Con una semana que se retrase la trilla significa que ya el grano está muy maduro y las ratas se lo comen. Nadie va a estar pendiente de un cultivo para luego no recoger nada. Esto les ha pasado uno o dos años y teníamos pendiente una reunión con ACETE. Lo cierto es que no es que los agricultores digan ‘mira no, nos cansamos del cultivo del cereal’. Por lo que ellos comentan es un cultivo que les da relativamente poco trabajo y parece que hay demanda de ciertas variedades de trigo barbilla, trigo morisco para productos de panadería distintos o para ciertos gofios.

Otra demanda está en Los Carrizales. Ellos me decían que llevaban como 15 años pidiéndolo. En el caserío tienen un depósito de agua vecinal que llevaba muchos años agrietado. Tenían miedo de llenarlo porque está encima del caserío por si reventara y les cayera encima. Pero lo necesitan para regar. Ya conseguimos este año redactar el proyecto y vamos a ver si a finales de este año conseguimos tramitarlo e iniciar la ejecución. Además, seguimos con el proyecto de conservación de variedades locales en colaboración con agricultura y CCBAT y empezamos este año otro proyecto de recuperación del cultivo como también del consumo de cereal y leguminosa con la Red Canaria de Semillas. Intentamos dar un impulso al sector. 

– También conoce el Parque Rural de Anaga. ¿Cuáles son las diferencias más notables entre ambos parques? 

Diría que la población residente: Teno tiene mucha menos población residente y es una población más fácil de gestionar. Más gente son más problemas. En Anaga se nota mucho la presión de la población exterior, del área metropolitana (Santa Cruz y La Laguna). Muchas veces en Anaga, había ciertos proyectos que eran muy aceptados por la población local y donde encontrabas el rechazo era en la población de fuera. Aquí no tienes tanta presión ni de la población de dentro, ni tampoco de la zona de influencia. No son municipios muy poblados.

La población del Parque Rural de Teno es más fácil de gestionar

Los temas de uso público sí son muy parecidos, los problemas de movilidad… el problema de Masca y Cruz del Carmen es el mismo. Vamos a tener que pasar a sistemas de regulación, no como en Estados Unidos donde se ha llegado al punto de establecer, en parques nacionales como Yellowstone, los lugares donde puedes ir a hacerte el selfie. No hay que llegar a tanto, pero está claro que hay lugares que sí tienen que tener cierta regulación porque los propios vecinos lo piden. En Masca, por ejemplo, ya se quejan de que los clientes de los restaurantes a veces se tienen que ir porque no encuentran dónde aparcar. Hay que ver de qué manera conseguimos regular esos flujos.

El tema del sector primario también es bastante parecido en Anaga y en Teno. Hay mucha variedad local que hay que conservar en territorios donde es difícil porque los recursos escasean. El despoblamiento también es muy normal y creo que es uno de los principales problemas en los parques: el lograr fijar a la población al territorio y que la gente joven tenga alternativas de salidas, que no se tengan que ir, que puedan trabajar si no dentro del parque, en el área de influencia, en la comarca a lo mejor.

– El pasado 14 de enero se cumplieron cinco años desde la regulación del acceso a Punta de Teno. ¿Cuál es el balance de esta medida tras un lustro?

Creo que hoy en día es un sistema de regulación bastante aceptado por la población local y por la de fuera. Al principio sí que fue difícil de aceptar, pero comparando el antes y el después de la Punta de Teno. Si hiciéramos hoy una encuesta a la gente que va a visitar Masca dudo que ellos salgan satisfechos de la experiencia. Es tanto el follón… pues Punta de Teno creo que era igual. Hoy en día, llegas y ves aquello tan idílico.

Además, recomiendo el transporte en guagua. Se podría sacar algún tipo de bono para la población local si hacen uso de esa zona como zona de baño habitual. Es cuestión de hablar con TITSA. Para ellos es un servicio rentable porque no hay otra manera de llegar.

Este año también empezamos a preparar un documento de ordenación del uso público en Punta de Teno. Hay muchas cosas que mejorar como toda la infraestructura que está allí en la zona de pescadores, del club náutico… a aquello hay que darle una vuelta sobre todo en la gestión. Creo que son temas municipales, pero el espacio como que pasa de padres a hijos… habría que hacer una cosa más justa, un sistema de subasta o cada cierto tiempo hacer un sorteo para dar posibilidad a que otros pescadores, otras nuevas generaciones puedan entrar.

Para el faro este año hemos redactado tres proyectos: uno de rehabilitación, otro sobre el contenido interpretativo y un estudio de viabilidad económica. Lo ideal sería crear allí un centro de interpretación, cafetería, algo que generara puestos de trabajo. Sacar una concesión y que alguna pequeña empresa de la zona lo pueda gestionar.

– ¿Cuál es el futuro de esta regulación? 

La regulación en principio no cambiará mucho. Nos estamos planteando que el lugar donde llega la guagua sea más arriba. Que la gente haga ese último tramo de carretera y darle una estética más de sendero, de pista. Sería otra manera de relacionarse con el espacio y que la gente vea que la Punta de Teno no es solo el faro, el embarcadero y la zona de baño. Este programa de ordenación también contempla algún sendero circular y recuperar el sendero de la costa.

– Seguimos con los aniversarios. El próximo mes de marzo se cumple un año desde la reapertura del barranco de Masca. ¿Qué tal ha sido la experiencia de este primer año?

Si tenemos en cuenta que el barranco se cerró sobre todo por la alta siniestralidad, creo que muy bien desde el punto de vista de la seguridad. Aquello era una cosa totalmente descontrolada, iban manadas de turistas, grupos de hasta 80 personas, en cholas… creo que la gente ni sabía a lo que iba.

«Desde el punto de vista de la seguridad, el barranco está funcionando muy bien»

Siempre hay cosas que mejorar. El compromiso era abrir el barranco cuando se tuviera bien controlado el tema del aparcamiento. Realizamos un reglamento para que fuera aprobado por el Cabildo Insular de Tenerife en el que se contemplaba que para acceder al barranco era obligatorio haber accedido al caserío en transporte público. Pero los servicios jurídicos del Cabildo nos dijeron que eso era inconstitucional. Este fue uno de los fracasos.

Los vecinos se quejan de que el barranco tiene gran parte de la culpa de los problemas de movilidad de Masca. Justamente, hemos encargado un un análisis de lo que estaba pasando allí a una consultoría medioambiental. Una de las conclusiones es que el peor día de movilidad es el miércoles y ese día el barranco está cerrado.

Por esto, creo que en Masca hay que ver bien los grandes flujos de los turoperadores. La visita al barranco está muy influenciada por el embarcadero que no hemos podido abrir. El Ayuntamiento de Buenavista ha pedido en varias ocasiones a Costas una autorización provisional de uso mientras empezábamos las obras, pero no se ha podido conseguir. No obstante, ya tenemos las obras del embarcadero adjudicadas y empezarán a lo largo del mes de marzo o abril y está previsto que se acaben para finales de año.

– ¿Hay previsión de abrir el camino del barranco todos los días?

Cuando esté el embarcadero. La consejera sí tiene el compromiso de no cobrar hasta que no esté el embarcadero. Es un coste elevado abrir solo los fines de semana. Ahora mismo son todo pérdidas, pero no pasa nada porque es un servicio público que se está dando para luego, una vez que abramos todos los días, tenerlo todo mejor pensado, gestionado. Hoy en día, hasta que no tengamos el embarcadero y las tarifas estén aprobadas, seguiremos así: fines de semana y festivos. 

– ¿Cree que es necesario regular el acceso al caserío al igual que en Punta de Teno?

Al caserío en sí, no. La movilidad en la carretera tal vez sí. Excluyendo siempre a los vecinos, evidentemente. Para mí lo ideal sería un sistema de lanzadera de la gente que va, mínimo para las visitas largas. A lo mejor para la gente que va a estar un par de horas en Masca, para tomarse un café, puede ir y hacer uso de la zona azul e irse sin ningún problema. Pero creo que a largo plazo sí vamos a tener que hacer algún tipo de regulación. Hay que hacer algo en la carretera.

Creo que sería ideal, sinceramente, si hubiera más control, más presencia policial… Uno de los principales problemas es que la gente aparca mal. Entonces, de nada que ya tengas una guagua y un coche mal aparcado… si solamente pudiéramos gestionar el aparcamiento allí en Masca, eso ya cambiaría radicalmente.

La semana que viene tenemos una reunión con la Dirección Provincial de Tráfico a ver si nos ayudan. También estamos trabajando con el área de Turismo para intentar regular el tamaño de las guaguas turísticas que acceden allí.

«Por mucha zona azul, si no tienes a nadie que controle… no sirve de nada»

Son muchas patas las que hay, pero el aparcamiento creo que es una de las importantes. El aparcamiento, por mucha zona azul que pongas, si no tienes a nadie que lo controle no sirve de nada. Entiendo que el Ayuntamiento de Buenavista es un ayuntamiento de pequeño con un recurso turístico que se les va de las manos y con los recursos de un municipio pequeño. Intentamos apoyarnos en todo lo que podemos.

– Como bien sabe, la depuración comarcal es un tema controvertido en la actualidad en la Isla Baja. ¿Qué opinión tiene al respecto: depuración natural o convencional? 

Pienso que hoy en día cualquier tipo de infraestructura, con los medios que tenemos, debe intentar ser lo más sostenible tanto desde el punto de vista económico, ambiental y social. Está claro que el parque, gracias a su anterior director y el equipo técnico, siempre han apostado por la depuración natural. En el parque se ha visto que es posible. Está claro que es posible para núcleos de población pequeños. Yo sí creo en la depuración natural y sí creo que es posible. A lo mejor no hace falta ir a sistemas comarcales sino a pequeños sistemas municipales. ¿Por qué no? Si es posible… Reconozco que no soy experta en la materia, ni en depuración pero por lo que uno escucha, oye y sobre todo por la experiencia en el parque. Masca a lo mejor es la depuradora natural del parque con mayores dimensiones, funciona bien, veo que la población al principio costó que las aceptaran pero ya las acepta, no dan olores… yo pienso que sí es una alternativa viable. 

«Yo sí creo en la depuración natural y sí creo que es posible»

– Hay otro tema controvertido en ambos parques: las cabras asilvestradas. ¿Qué postura tiene el parque con respecto al control de las cabras asilvestradas? 

La consejera tiene un compromiso con las apañadas hasta el final. Sobre todo en Anaga, se están haciendo bastantes apañadas. Aquí en Masca también estamos haciendo recogidas de cabras, tanto con los ganaderos como nosotros. Hay zonas en las que en algún momento dado va a ser necesario el abatimiento porque no se puede coger el ganado sin poner en riesgo la vida de las personas. La vida de una cabra es importante, pero la vida del ser humano siempre está por encima, para mí, de la vida de los animales.

Yo, personal y profesionalmente, creo que el abatimiento en algunos casos es necesario. Tenemos unos compromisos, unas obligaciones y una responsabilidad con la conservación de las especies protegidas que Europa nos lo exige. Tenemos el compromiso con las generaciones venideras de que no desaparezcan las especies. Tenemos aquí especies en peligro de extinción y tenemos que velar por esto.

– Para terminar, ¿en qué situación se encuentra el centro de visitantes de El Palmar?

El año pasado, con el personal de convenio, estuvimos abiertos seis meses. Este año vamos a tener nueve meses el centro de visitantes abierto y ya lo que nos planteamos a partir de octubre noviembre es hacer una gestión como en Masca, con Tragsa. Para así poder tenerlo abierto siempre. Nos parece un punto importante descongestionar otras zonas y también para intentar que la gente que venga desde Buenavista o desde el norte se redistribuya. No mandar a toda la gente a Masca ya desde aquí.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación