El programa de voluntariado que se ha encargado de mantener controlado el rabo de gato en Buenavista del Norte ha cumplido cumplió este 2021 una década de trabajo ininterrumpido. La propuesta, iniciada en octubre de 2011, y organizada por el Ayuntamiento de Buenavista del Norte con la colaboración de la Asociación Abeque y el Parque Rural de Teno; ha conseguido reducir la afección de esta especie exótica invasora en gran parte del territorio del municipio.

Esta propuesta se inició ante la preocupación de un colectivo de vecinos y vecinas por la incidencia que esta especie invasora y extremadamente peligrosa estaba teniendo, sobre todo, en ecosistemas vulnerables del Parque Rural de Teno. El rabo de gato estaba desplazando a la flora nativa y transformando peligrosamente su estado natural.

Durante todo este tiempo, se han convocado una o dos acciones cada mes, estableciendo zonas de actuación en las que el voluntariado realiza revisiones cada cuatro meses. En estos espacios, al tiempo que se avanza en la eliminación de planta madura, también se repasan las zonas ya trabajadas para eliminar las nuevas plántulas que rebrotan. De esta manera, se consigue reducir de forma exitosa el índice de eclosión de la especie.

Cada una de las organizaciones que hacen posible este proyecto cumple unas funciones específicas. Por su parte, el Ayuntamiento de Buenavista, como institución organizadora; se hace cargo de gestionar permisos, pago de seguros, tramitación y pago del transporte, gestión del registro de voluntariado, etc. Por otro lado, el Parque Rural de Teno coordina las zonas de actuación y controla la evolución de los resultados de la campaña, aportando además materiales de trabajo. Por último, la Asociación Abeque, agente fundamental e imprescindible del proyecto, se encarga de hacer las convocatorias, canalizar el voluntariado, supervisar las diferentes actividades y fomentar la concienciación ambiental.

Alrededor de tres mil personas han participado de las acciones de voluntariado. Muchas de ellas pertenecientes a diferentes colectivos como clubes de senderismo, asociaciones de montañeros o de escaladores, grupos de boys scouts y la colaboración fundamental de los colectivos de salto del pastor canario, gracias a los cuales se ha podido acceder a puntos de difícil acceso a los que es imposible llegar caminando. También es destacable la participación de personas a nivel individual.

Además de los resultados obtenidos sobre la población de rabo de gato, un aspecto positivo de este proyecto es la consolidación de la Asociación Abeque, un agente clave en la isla para la conservación y concienciación sobre nuestro medio natural. Este colectivo ha sido imprescindible a la hora de poner como problema prioritario y a resolver, la afección que las especies exóticas invasoras tienen sobre los ecosistemas canarios, las especies amenazadas y, en definitiva, a millones de años de evolución. Además, son un sistema de alerta social para visibilizar las aberraciones que se hacen contra el medio natural canario.