La experiencia del último día de la undécima edición las Jornadas de Patrimonio Cultural y Turismo de Buenavista del Norte podría empezar por el final: ‘¿qué es migrar?’, nos preguntábamos a la mesa entre compañeros del sector de la comunicación. ‘Transformarse’, concluimos.
Todos hemos sido migrantes en alguna ocasión: por cambiar de ciudad, por irnos fuera a estudiar, por experimentar cambios en nuestro interior que nos han transformado en otra persona… Migro tres horas atrás para hablar de la mesa redonda que fue el colofón final de esta undécima edición.
Cuatro ponentes, ya participantes en la anterior jornada, compartieron sus reflexiones a partir de las cuestiones planteadas por Elena Pérez, coordinadora académica de las jornadas y profesora del Grado de Turismo de la Universidad Europea de Canaria. A la mesa: José de León (‘Pepe el uruguayo’), arqueólogo y director del proyecto de Patrimonio Mundial de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria; Alicia Castillo Mena, profesora del departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid; Carmen Rodríguez, profesora del Grado de Periodismo de la ULL; y José Luis Asencio, filósofo y poeta.
Mucha reflexión y debate, ya que el turismo y nuestro patrimonio cultural se ven relacionados, aunque no lo parezca, con el fenómeno migratorio acontecido en las últimas décadas en Canarias. «Nuestra identidad es el resultado de la integración y la multiculturalidad que vivimos debido a la inmigración», se pudo escuchar. No es difícil concluir que en varias décadas, con bastante seguridad, nuestro patrimonio cultural estará lleno de la riqueza de las culturas que viven dentro de nosotros mismos.
Obviamente, el turismo como principal actividad económica de nuestro Archipiélago también saltó al debate. Se trata también de un movimiento de personas, se concluyó. Y además, nuestro sector turístico en muchas ocasiones está sostenido por los migrantes que se mueven hasta Canarias. Se destacó esta paradoja y también esta otra: ¿saben los turistas que nos visitan lo que ocurre con la inmigración en Canarias? «Parte del turismo es parte del patrimonio y también empieza a pasar lo mismo con la migración», se dijo.
Los medios de comunicación y el reflejo que hacen de la realidad ocuparon gran parte de la mesa redonda. Más concretamente, y olvidándose un poco del tema concreto, de cómo tratan el fenómeno migratorio en Canarias. Los periodistas construimos discursos y la audiencia los consume. Somos una parte importante de todo, somos responsables de casi todo y considero que somos vigía y un gran cofre donde se guarda un gran tesoro: la memoria, en este caso la hemeroteca.
El alcalde de Buenavista del Norte, Antonio González Fortes, clausuró las jornadas asegurando que estos «espacios de reflexión son esenciales. Son necesarios por todas las realidades que hay», añadiendo que «siempre tengo la sensación de que en las administraciones siempre vamos corriendo detrás de la realidad y jornadas como esta nos hacen saber cuáles son esas distintas realidades para estar más cerca y resolver sus problemas», concluyó.
Hasta aquí la teoría. La práctica llegó de la mano (como no podía ser de otra manera) de Benito Cabrera y Tomás Fariña. El timplista participó en el primer día de esta undécima edición y puso las notas musicales en medio del precioso patio del Hotel Meliá Hacienda del Conde (participa por primera vez en las jornadas y de manera muy acertada).
Tras Cabrera y Fariña el azul. Era capaz de quitar de mi vista los cables, micrófonos y altavoces para imaginarme una estampa cálida y sencilla. Sin mucho adorno, solo la música y el mar. Casi una hora de deleite musical fue el aperitivo para la muestra gastronómica que ofreció el hotel. Todo exquisito.
Pero lo que estaba más bueno de todo fue el momento. Compartir, discutir y debatir. Sin más. He vuelto al final que hice principio. Se podría decir que hoy yo he migrado, en mi interior… porque he aprendido y me he transformado. Mi patrimonio cultural y mi visión sobre el turismo se han enriquecido gracias a este pequeño bocado de unas jornadas sencillamente necesarias.
