El Cabildo de Tenerife ha decidido recurrir a las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra del Mando de Canarias para que presten su ayuda transportando materiales en los trabajos de refuerzo y acondicionamiento de la ladera de la TF-5 que sufrió dos desprendimientos seguidos la semana pasada, obligando al corte de la vía. De lo contrario, dice la institución insular, habría que subir los 4.000 kilos de material a mano con cuerdas. También se contará con un helicóptero del área de Carreteras que tras los trabajos pasará a formar parte de los equipos de la Brifor.

Los detalles los ha explicado el presidente, Pedro Martín, a los alcaldes del Noroeste, entre los que se encuentran los cuatro de la Isla Baja, en una reunión en la que también ha estado presente el vicepresidente y consejero responsable del área de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga; y el director insular de Carreteras, Tomás García, quien adelantó que se están haciendo gestiones para conseguir un segundo helicóptero.

El presidente ha detallado cómo van los trabajos de refuerzo y limpieza del talud previo a la colocación de la malla que asegurará la zona, y ha concretado que se ha procedido a la eliminación de material suelto, piedras y grandes rocas que estaban en situación inestable en la ladera o presentaban fracturas que podían producir desprendimientos y prevenir nuevos.

«Se trata de una zona muy complicada por la orografía ya que la dimensión de la ladera es de 200 metros de altura, y a esto se suma la inestabilidad y lo escarpado del terreno, que impide llegar con maquinaria o incluso a mano. Por ello, es necesario el uso del helicóptero, teniendo en cuenta que la maniobra de la aeronave entraña mucha dificultad», explicó Martín.
El presidente recuerda que los trabajos comenzaron nada más producirse los desprendimientos con cemento expansivo, dado que no se pueden utilizar explosivos y, por ello, «ha sido un proceso lento pero más seguro». Los especialistas se descuelgan mediante arneses y para estas labores se prevé contar con la ayuda del Ejército para trasladar el material hasta la ladera para reforzar los taludes. «Hay que tener en cuenta que los materiales no se pueden depositar en la ladera, por lo que se han elegido puntos donde dejarlos».

Pedro Martín señala que el desvío del tráfico por la carretera de Icod el Alto «es la única opción que tenemos, y somos plenamente conscientes de las colas que están sufriendo los vecinos de la zona, para aliviar esto y mejorar la fluidez, hemos acordado no permitir el tránsito de vehículos pesados comerciales entre las 7.00 y las 10.00 de la mañana y tampoco el tránsito de ciclistas mientras duren los trabajos, todo con el fin de que los vecinos que acuden a su trabajo puedan hacerlo sin colas».

El presidente acordó la coordinación de esta medida con los alcaldes «para poder volver a la normalidad en cuanto los expertos nos digan que se puede hacerlo en la carretera de Los Realejos, y acerca de cuánto tiempo creemos que será, lo cierto es que habíamos calculado unas dos semanas —aunque inicialmente el Cabildo habló de «más de una semana—, pero todo dependerá de cuándo nos lo digan las personas que están trabajando en el talud, porque lo importante es garantizar la correcta ejecución de la obra y la seguridad de los trabajadores, para poder reabrir con todas las garantías».

Por su parte, Enrique Arriaga explicó a los alcaldes que los trabajos consisten en la eliminación de todo el material suelto, junto con aquellas piedras de grandes dimensiones que pudieran tener posibilidad de caer sobre la vía. «Para disminuir el tamaño de estas piedras, se está introduciendo en las grietas cemento expansivo para así romperlas y facilitar las tareas de eliminación del riesgo. A posteriori, en la zona más complicada de trabajar coincidente con la parte superior del talud, se colocarán barreras dinámicas que permitan después la colocación de la mallas».

El consejero señaló que «ya se está trabajando en la redacción del proyecto para unir los dos pequeños túneles coincidentes con el desprendimiento y prolongarlos hasta las proximidades de la estación de servicio existente en la zona».