ANETA, a la espera de respuesta sobre la regulación del barranco de Masca

La Asociación de Empresas de Turismo Activo critica que los políticos actúen "como si el asunto no fuera grave"

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La Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA) ha recordado esta semana que es «perjudicial para la economía de la zona» que el barranco de Masca siga cerrado dos años después de iniciarse los trabajos de rehabilitación y mejora.

El barranco se cerró el 26 de febrero de 2018, después de que ocho turistas quedaran atrapados a causa de un fuerte temporal y tuvieran que ser rescatados, «situación que ya venía siendo habitual», indica ANETA en un comunicado.

Añade que los daños en la rampa que conecta el embarcadero con la costa impulsaron a la entonces alcaldesa del Ayuntamiento de Buenavista del Norte, Eva García, a decretar el cierre del barranco y, desde entonces, las empresas afectadas han estado esperando a su reapertura del barranco.

ANETA ha contactado con el Ayuntamiento de Buenavista del Norte y con el área de Medio Natural del Cabildo de Tenerife para conocer la situación y el modelo de gestión y regulación que se llevará a cabo, preguntas a las que «no se han obtenido respuestas concretas por el momento».

El gerente de ANETA, Tanausú Zumaquero-Nuez, dice que la gestión del barranco «continúa siendo una incógnita que esperamos que aclaren en una reunión».

A juicio de ANETA, lo que ralentiza la reapertura no es la obra de acondicionamiento del cauce en sí, sino la falta de un sistema de regulación claro y concreto del barranco.

«Hay muchas ideas sueltas, pero nadie que las implemente: que si guaguas ‘lanzadera’ desde El Palmar o Santiago del Teide para evitar ocupar los escasos aparcamientos de Masca, que si 25 personas por cada media hora, que cuánto cobrar…», se dice en el comunicado.

Iván Méndez, delegado en Tenerife de la Asociación Canaria de Turismo Activo, Activa Canarias, apunta que «no hay nada sobre el papel ni políticos que las cumplan con celeridad, como si el asunto no fuera grave».

En el comunicado se apunta que hay más de 300 empresas afectadas y recuerdan que, tras el cierre las más afectadas, como los barcos o kayaks que recogían a todos los senderistas, y las de senderismo que bajaban a la gente por el barranco o los taxis que subían a muchas personas hasta Masca, crearon una plataforma de afectados para actuar como interlocutora.

«Hemos tenido que reducir plantilla, se han perdido hasta 10 puestos de trabajo en las empresas que, en parte, dependen del barranco», declara la representante de Sun Holidays, Rosa González.