Los icodenses Tiralenguas han sido los primeros en abrir la XXVIII edición del concurso de murgas del Norte que vuelve al Puerto de la Cruz después de 5 años. El martes 11 de febrero será el turno de la murga garachiquenses Ferrusquentos, única representante de la comarca de Daute.

Tiralenguas

Comenzaron con una fuerza imponente y unas voces muy afinados. Previamente, se proyectó el vídeo en homenaje al recientemente fallecido Samuel Armas, militante de la murga icodense y también de Chinchosos. 

Su primer tema hizo alusión al respeto y las faltas de respeto en todas sus vertientes. En el inicio estuvieron titubeantes en voces por momentos. Por medio de un pasodoble hicieron crítica de la situación de urgencias, a la extrema derecha y dijeron que «yo pensaba de corazón que aquí el canario diría no, que mi Canarias no vota a Vox». Siguieron con las faltas del respeto en el Congreso de los Diputados donde se marcó bien la vocalización.

‘Un tema nada corriente’ fue su segundo tema donde hubo mucho más humor pero terminaron haciendo crítica social. Se convirtieron en electricistas dándole algunos toques de humor «iluminados». Algunos cambios de melodía lastraron a la percusión y parecía que a quien había que echar un cable era a ellos.

En general, Tiralenguas se garantiza un puesto en la final del sábado 15 y optan seriamente a estar en Santa Cruz en 2021.

Risilocas

Las icodenses subieron con apenas 20 componentes y un pasacalle que no aventuraba la mejor actuación de Risilocas. El primer tema estuvo bastante mejor que el segundo. ‘Las marcas’ fue el hilo conductor haciendo alusión a las diferentes aplicaciones de logos, partidos políticos o las marcas «del corazón o de la cabeza» que puede dejar la violencia de género. Tuvo algún momento álgido pero fue monótono al final.

Con el segundo de los temas intentaron hacer humor narrando el día de una ama de casa sola. Peores voces en este tema pero tuvieron buenos puntos humorísticos gracias a las visitas que recibía la mujer: «abro y era el de securitas direct, dónde meterte la alarma ahora te diré. En el punto G, en el punto G». Usaron melodías pegadizas y siguieron dando toques de humor: «y para vender productos, como el robot de cocina yo prefiero el satisfayer que es mejor para las comidas».

Risilocas no se asegura el pase a la final del sábado 15 en una edición que no ha sido de las mejores en sus 23 años de historia en el carnaval.

Pizzicatos

Los de La Orotava son la murga sin complejos. Lo dejó claro en la presentación su director, Óscar Rocío. Estuvieron en su tónica e hicieron lujo de ello en la entrada: a ritmo de ‘The final countdown’ de Europe cantaron a la escalera de Los Patos con el estribillo ‘ninonino ninoninoni’. Su primer tema sorprendió: hicieron alusión a la recuperación de la gala de la reina del carnaval orotavense. Adivinaron qué pasará en esa gala a ritmo de ‘In the navy’. Salieron las candidatas por barrios haciendo críticas de una de estas zonas. Hablaron de prioridades y para ellos en La Orotava el carnaval no lo es. Fue algo monótono al final.

Su segundo tema, ‘La fachata’, fue una crítica a los de extrema derecha y sus hipocresías. No estuvieron acertados al elegir las músicas siendo un tema muy lineal. No obstante, Pizzicatos no defraudó porque es siempre fiel a su discurso: olvida la competición y sale a divertirse. No se aseguran el pase a la final pero es cuestión de ver el resto del concurso del norte.

Trinkosos

La segunda murga de La Orotava de la noche aprobó con un notable muy alto su paso por la fase. Una puesta en escena imponente abrió su actuación. Acompañados de una voz femenina, sonaban ultraafinados en lo que parecía un coro de cámara.

Su primer tema, ‘Tenemos lo que merecemos’, fue una oda a todas aquellas cosas que criticamos pero no cambiamos. Un tema muy crítico acompañado de tonos atrevidos. Tanto que en ocasiones las voces más agudas tambalearon ante el alarde musical. Dieron golpes de efecto cuando el tema lo necesitaba teniendo en ovación al público prácticamente en todo el tema. Acabaron como debe hacerlo cada uno de los temas de las murgas: con un final fuerte y con punto de efecto. La niña Irene Fabro, creadora de El banco de la amistad, estuvo durante toda la actuación y protagonizó el mejor momento sentándose con Yeray Lorenzo en este banco.

‘Las vigilantes’ salieron al escenario para hacer reír al público. Lo consiguieron pero recordando el estilo de murgas santacruceras como Triquitraques o Triquikonas. No es de extrañar teniendo en cuenta los orígenes de su director. Por momentos fue demasiado hablado pero conseguía arrancar las carcajadas del público. Usaron músicas actuales ganándose el favor de los asistentes y dejaron claro que «en la vida hay que reírse más».

Chaladas

La última murga de la noche, Chaladas desde Icod de los Vinos, tuvo una actuación lineal pero aceptable. En ocasiones la suavidad con la que cantaban aparentaba miedo al descontrol. 

Fueron ‘Las chicas del polvo’ y sonaron bien con falta de potencia. Estuvieron afinadas e hicieron crítica a los que dicen que el concurso del Norte está muerto con proclamas como ‘este concurso es el mejor’ o ‘este concurso no se ha muerto’. Rindieron homenaje a las murgas que no han concursado en esta edición o han desaparecido. Tuvieron buen final.

Las puertas protagonizaron su segundo tema criticando todas esas que se cierran como el desempleo, la discriminación al colectivo LGBT o la violencia de género, momento álgido del tema que les sirvió para cerrarlo. Alguna vez los micrófonos les jugaron una mala pasada acoplándose.

Solo dos fases en esta vigésimo octava edición. Esta noche ya se podrá intuir quiénes se garantizan el pase a la final del sábado 15 del Puerto de la Cruz.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación