Más de 270 años hace desde que la primitiva imagen de San Antonio Abad llegó a Los Silos para comenzar a celebrar la festividad en honor del protector de los animales. Pocos años después, en 1872, aquella talla fue sustituida por la que realizase Juan de Abreu y que ha llegado a la actualidad.
Hoy día, la Villa sigue rindiendo culto a su copatrón, aquel que hasta mediados del siglo XX salía a la calle junto a las otras dos imágenes de principal veneración del municipio, la Virgen de la Luz y el Cristo de la Misericordia, para bendecir el ganado repartido por toda la geografía silense y del resto de la comarca.
La fiesta de San Antonio Abad del siglo XXI no es la misma que aquella de antaño que destacaba por reunir a cientos de cabezas de ganado, pero sigue manteniendo viva la esencia y la creencia sociorreligiosa de pasar por delante de la imagen del santo para que los animales gocen de buena salud durante el año.
7.000 personas, según estimaciones de la Policía Local, pasaron este domingo por el casco de Los Silos para disfrutar de las feria de ganado y de artesanía. El centro neurálgico de la Villa —plaza de la Luz, calle Félix Benítez de Lugo, plaza de la Iglesia y trasera del exconvento de San Sebastián— fue un ir y venir de vecinos y visitantes. 200 cabezas de ganado, más de 400 mascotas y 90 artesanos son otras de las cifras destacadas del día.
El tiempo acompañó y los ventorrillos y negocios pudieron hacer buena caja en una jornada que vivió su punto álgido entre las 12.30 y las 14.30 de la tarde, con la procesión, bendición de los animales —este año, en el pórtico de la parroquia de la Luz— y posterior animación musical en la plaza de la Iglesia con Mil Leches Salsa Band.
La fiesta siguió hasta las 6 de la tarde, mientras el servicio de limpieza se afanaba en borrar el rastro del paso de los animales para que este lunes Los Silos vuelva a la normalidad. El testigo de San Antonio pasa ahora a Buenavista, que se prepara para la romería del próximo domingo.