El joven Andrés Hernández hizo historia el año pasado tras recorrer en bicicleta la ruta principal de Camino de Santiago. Llevado en su jöelette con su padre Richard y acompañado de su amigo Santiago, este buenavistero con diversidad funcional, enamorado del ciclismo, cruzó los 800 kilómetros que separan Roncesvalles de la capital gallega para llegar hasta la tumba del Apóstol.
El Camino de Andrés, narrado cada día por sus protagonistas en las redes sociales, fue seguido con expectación por cientos de vecinos y amigos. Este 2019, han querido repetir las sensaciones, pero por un ruta diferente.
Desde el pasado 25 de julio, fiesta del Apóstol Santiago, Andrés y los suyos recorren el Camino Portugués, desde Lisboa hasta Compostela. La peregrinación consta de 11 etapas, alrededor de 600 kilómetros, y prevén finalizarla el próximo lunes, 5 de agosto.
Los deportistas ya han visitado Santarem, Tomar, Fátima —con parada obligada en el santuario—, Coímbra, Albergara a Velha y Oporto, ciudad donde realizarán la única jornada de descanso, este miércoles 31.
Pasado el ecuador del camino, a Andrés le queda Viana do Castelo, Tuy, Vigo, Caldes de Reis y Santiago de Compostela. A su llegada, podrá contar que ya ha realizado el Camino de Santiago dos años consecutivos y por caminos distintos. Y, todo ello, a su corta edad.
El Camino de Andrés vuelve a poner de manifiesto que no hay barreras físicas ni psíquicas que valgan cuando se pone empeño en conseguir los objetivos deseados.
