El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) ha lamentado que el embarcadero y el barranco de Masca sigan cerrados más de ocho meses después de haberse decidido su clausura y más de tres meses desde que se celebrara una reunión entre la Alcaldía de Buenavista del Norte y la plataforma de emprendedores afectados. Dicha organización solicitó por registro de entrada copia del expediente, sin que se haya recibido respuesta hasta la fecha, según apuntan.
En este orden de cosas, desde el CEST se ha advertido que el Cabildo de Tenerife dio cuenta hace ahora dos meses del inicio de las obras en el propio barranco de Masca, «si bien el decreto de cierre en ningún caso fue por la obra del barranco sino por la reconstrucción del pilar del embarcadero de Masca», obra que finalizó en junio.
Empresarios y profesionales recuerdan que en septiembre tendrían que haberse iniciado las obras del barranco, habiéndose acordado celebrar una reunión de seguimiento con Cabildo de Tenerife para analizar el estado en el que se encontraba la ejecución de las mismas, encuentro que sigue sin celebrarse y sin que, aseguran, empresarios o trabajadores hayan sido informados. En esta dirección, el CEST reclama «voluntad política para dar respuestas u ofrecer explicaciones a las personas y profesionales afectados, que están viendo mermados sus ingresos y amenazado su trabajo».
En el objetivo de que se restablezca la comunicación entre las administraciones y los afectados, «y esperando que se recupere la normalidad cuanto antes, empresarios y profesionales hacen un llamamiento a los responsables públicos, Ayuntamiento de Buenavista y Cabildo».
Además, recuerda el CEST que el proyecto inicial de la obra del barranco de Masca no contemplaba su cierre y, sin embargo, advierten de que «ahora no sé sabe qué cambios han decidido hacer, porque unos cuentan unas cosas, otros lo que les interesa y al final lo único que consta es la copia de un expediente por parte del área de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife, ni cuándo se piensa abrir al público».
La organización dice que la actividad de la zona «se ha visto reducida de forma importante, lo que ha supuesto reducción de empleo, de ingresos, de impuestos, y cotizaciones a la Seguridad Social, dándose la circunstancia de que miles de personas han dejado de poder disfrutar del barranco de Masca y de la playa por esta situación que no tiene fecha de fin, en uno de los parajes más espectaculares de la isla».
Después de siete meses con el barranco cerrado, «la situación ha provocado más de cincuenta despidos y las pérdidas generadas porque unos 35.000 excursionistas no hayan podido hacer senderismo en ese paraje natural, datos que a juicio del CEST son tremendamente preocupantes y ponen de manifiesto el desinterés de los responsables públicos». Empresarios y profesionales califican de «caprichoso» el cierre del barranco, una decisión que está afectando negativamente a unas trescientas familias, según la plataforma de afectados, entre los que cabe destacar «numerosos emprendedores de Santiago del Teide o Guía de Isora«.
Caprichoso?
Pienso que la situación actual, no solo del Barranco de Masca, sino de muchos puntos de interés natural de la isla, se debe precisamente al haber cedido a los caprichos de muchos empresarios del sector turístico.