El Palmar acoge el 16 y 17 de noviembre la octava edición de las Jornadas de Patrimonio Cultural y Turismo de Buenavista del Norte, centradas este año en las estrategias de comunicación. Por cuarta ocasión, la coordinación académica del evento corre a cargo de Elena Pérez, profesora e investigadora en la Universidad Europea de Canarias (UEC), quien además participará como ponente junto al equipo de investigación PARQ_BVISTA, que desarrolla un proyecto financiado por la Fundación CajaCanarias y la Obra Social La Caixa en este municipio. Pérez ha estado presente en diversos proyectos de investigación relacionados con la gestión del patrimonio cultural, en particular del patrimonio arqueológico y el turismo. Con ella hablamos sobre lo que deparará una nueva edición de este encuentro en el municipio.

Las Jornadas de Patrimonio Cultural y Turismo de Buenavista del Norte alcanzan ya su VIII edición. Eso dice mucho de la importancia de celebrar encuentros de este tipo. ¿Cuál es la clave del éxito?

El patrimonio cultural es un gran atractivo para el turismo. Es un recurso que afecta a muchas personas y a diversos sectores sociales y económicos, lo que lo suele implicar una gestión complicada de este tipo de bienes. Por ese motivo, las reuniones y encuentros como estas jornadas permiten compartir e intercambiar experiencias y reflexiones en torno a los mecanismos de gestión turística del patrimonio. Pero el atractivo de este evento no solo radica en la actualidad del tema o en la necesidad profesional para debatir o exponer casos, también se encuentra en que cada año nos esforzamos en reunir a un grupo de profesionales que tienen en común una trayectoria de buenas prácticas en la gestión patrimonial, en cualquiera de sus facetas, un importante grado de innovación y cuya calidad humana nos ha permitido configurar, año tras año, un diseño de cartel de expertos conscientes de que la gestión del patrimonio cultural y del turismo articula múltiples dimensiones, que debe ser integral y que, sobre todo, afecta a personas. Que esto sea posible también es debido a la sensibilidad y responsabilidad de un municipio como el de Buenavista del Norte, con este tipo de iniciativas. El hecho de posibilitar que la población tenga acceso a conocer qué es el patrimonio cultural, cuál es su valor y cómo debe afrontarse su uso y gestión, a través de profesionales de primer nivel, implica establecer y facilitar una plataforma de aprendizaje para toda la comunidad que fomenta la sostenibilidad y la participación de sus habitantes en la gestión de sus bienes.

Cada año nos esforzamos en reunir a un grupo de profesionales que tienen en común una trayectoria de buenas prácticas en la gestión patrimonial

¿Por qué se ha decidido orientar este año las jornadas hacia la comunicación?

La comunicación o la difusión del patrimonio cultural es, junto con la investigación, la planificación o la protección de los bienes culturales, una de las acciones más importantes de la gestión. Fuera de las aulas y de un entorno reglado, constantemente estamos recibiendo información sobre el patrimonio: prensa, televisión, redes sociales, etc. Pero también recibimos información a través de un museo, un guía turístico o una app de un dispositivo como el móvil. También las instituciones comunican a través de sus políticas culturales cuando deciden qué se pone en valor de uso social o no, y también lo es la forma en la que se deciden los discursos pedagógicos. La calidad de esa información y de cómo es transmitida establece una línea muy delgada entre el hecho de que los bienes culturales sean o no conservados, sean o no entendidos, sean o no respetados… Es un tema actual, cambiante y sobre el que hay que estar constantemente actualizados; realizar su seguimiento y evaluar los impactos que una buena o mala comunicación puede estar ocasionando sobre la conservación de los bienes culturales es un tema prioritario dentro de la gestión.

Las políticas de comunicación deben ser muy conscientes de su efecto transformador de la sociedad. Estamos interconectados y con acceso a muchísima información. Y estas dos variables, poder transformador e interconectividad, debe obligarnos a ser muy responsables con el cómo transmitimos la información y sobre todo, para qué lo hacemos. Orientamos este año las jornadas hacia la comunicación porque, desde nuestro ejercicio profesional, detectamos una ausencia importante en la gestión del patrimonio cultural de planes de comunicación integrales que sean capaces de favorecer la sostenibilidad de los propios proyectos de puesta en valor del patrimonio. Tenemos que disfrutar de nuestro patrimonio, sea en el contexto que sea, pero también debemos consumir información auténtica, no tergiversada, tratada con rigor y debe respetar a todas las culturas.

Las jornadas vuelven a apostar por una importante presencia universitaria, tanto por parte de la Universidad Europea de Canarias como de la Universidad de La Laguna. ¿Cada vez hay más estudiantes interesados en investigar sobre nuestro patrimonio?

En general, tenemos mucha afluencia de estudiantes de turismo. En este tipo de estudios la gestión del patrimonio cultural se trabaja de una manera integral. En particular, desde la Universidad Europea de Canarias, el centro en el que imparto docencia, el aprendizaje de la actividad turística y del patrimonio cultural, se aborda como un espacio en el que se trabaja para involucrar a la población en la gestión de su patrimonio y, por tanto, a nuestros estudiantes, generando procesos de investigación, de activación empresarial y de consumo de los bienes culturales de una manera responsable y sostenible.

Tenemos que convivir con los turistas y trabajar con los recursos culturales

El patrimonio forma parte de nuestras vidas y de nuestra cotidianidad. Tenemos una economía ligada a la actividad turística. Los turistas nos visitan para conocer nuestra comida, nuestros edificios históricos, nuestras playas, nuestras costumbres, nuestros sitios patrimonio mundial. Del mismo modo, nosotros tenemos que convivir con los turistas; debemos regular, planificar, proteger, difundir, crear, vivir y trabajar con todos esos recursos culturales. Todas las personas somos corresponsables de estas acciones. Por tanto, no es de extrañar que desde las instituciones de educación superior se fomente el aprendizaje de competencias ligadas a trabajar en la gestión de todos estos aspectos. Se trata de una materia muy transversal y con implicaciones sociales, económicas y medioambientales fundamentales para nuestras vidas.

¿Qué papel juega el municipio de Buenavista en la difusión del patrimonio cultural a nivel regional?

El hecho de implementar durante ocho años seguidos unas jornadas de estas características supone que este municipio, con apenas 5.000 habitantes, esté aportando un gran valor a la isla de Tenerife en particular, y a las Islas Canarias en general: las jornadas se anticipan a las principales claves de la gestión del patrimonio cultural y el turismo, generando debate y, por tanto, son capaces de fomentar líneas de acción innovadoras en nuestro ámbito para su conservación y difusión. Las jornadas se articulan implicando a instituciones de educación superior y a otros profesionales de centros museísticos o empresas privadas —nacionales e internacionales—, por ejemplo, lo que le permite siempre estar en primera linea del conocimiento. El municipio está apostando, además, por la accesibilidad al patrimonio cultural y a las actividades de ocio y turismo basadas en sus recursos naturales y culturales, de todas las personas; el ejemplo del proyecto Buenavista Diversa es un claro ejemplo de ello. Todo ello convierte a este municipio en un referente en las Islas Canarias. 

Buenavista está apostando por la accesibilidad al patrimonio cultural y al turismo

Durante las jornadas se presentarán los primeros resultados del proyecto de investigación Patrimonio Arqueológico y Sociedad de Buenavista del Norte (PARQ_BVISTA). ¿En qué se está traduciendo esta iniciativa?

El proyecto tiene una duración de dos años y lo configuramos un grupo de siete investigadores de diferentes instituciones académicas y administraciones públicas que estamos trabajando en el reconocimiento de los paisajes culturales del municipio, en particular los paisajes arqueológicos; este reconocimiento se está realizando con herramientas de registro de percepción social que nos aportan una visión diferente a la establecidas por métodos más tradicionales, cuantitativos o sujetos a planteamientos más institucionales. El territorio se configura también por la percepción y el uso de las comunidades de esos espacios. Convertir estas percepciones en indicadores objetivos nos ayudarán a establecer mejores estrategias de gestión de los recursos, sobre todo los arqueológicos, incorporando una visión más local gracias a la participación de la población; considerar todas las visiones de los profesionales que tienen que ver, directa o indirectamente con la gestión del patrimonio cultural, ofrece además una visión diferente y complementaria de los propios bienes arqueológicos. Durante el pasado verano hemos realizado la primera campaña de registro de percepción social y hemos trabajado con diferentes colectivos del municipio de Buenavista del Norte. Los primeros avances del proyecto serán mostrados durante las jornadas.

¿Qué retos plantea el siglo XXI para la difusión del patrimonio cultural? ¿Se puede luchar contra la globalización?

El patrimonio cultural debe ser un elemento de bienestar local. Hay que entender que el modo en el que las poblaciones se relacionan con su patrimonio cultural debe ser una prioridad en la gestión de estos bienes. El uso del patrimonio reviste interés para muchos agentes y deben ser previstos en las políticas y herramientas de planificación territorial atendiendo a intereses sociales y no solo a económicos o administrativos. Esta búsqueda debe incluir auténticos procesos de participación social y verdaderos procesos de activación que permitan una relación más directa entre los ciudadanos y su patrimonio cultural. Creo que es la mejor manera de combatir o de luchar contra los efectos más negativos que se están detectando con la globalización. Sin duda esta circunstancia está generando cambios culturales importantes y a gran velocidad y por ello nos estamos preocupando por gestionar estas transformaciones sociales en las que las fronteras se están diluyendo; también estamos centrándonos en la educación, en aprender a mantener el respeto por la diversidad cultural, por el respeto hacia otras formas de manifestaciones culturales y de concebir el patrimonio cultural. El patrimonio y su gestión es transversal, nos afecta a todas las personas y a diferentes aspectos de nuestras vidas (como la libertad de expresión, la inclusión e igualdad o la dignidad personal, entre otros aspectos). Solo el conocimiento, la participación real y responsable de las personas y de los profesionales en la gestión de sus recursos pueden conseguir que la cultura y el patrimonio cultural sean un verdadero catalizador de su bienestar social y económico. Creo que ese es el verdadero reto.

Libreas del Lugar de Buenavista, cuya conservación se debe a Manuel Lorenzo Perera
Codirector de DAUTE DIGITAL y redactor en COPE Canarias. Grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna y Máster en Innovación en Periodismo por la Universidad Miguel Hernández de Elche.