Andrés Hernández ha terminado su largo peregrinaje hasta Santiago de Compostela. El Camino de Andrés finalizaba este viernes tras 800 kilómetros y 14 etapas desde Roncesvalles, toda una aventura deportiva de superación que ha sido posible gracias al empuje de su padre, Richard, y de su amigo Santiago. Junto a Andrés también han estado de apoyo logístico su madre y otros compañeros.
Tras la última etapa del recorrido, que fue retransmitida en directo a través de la cuenta de Twitter oficial de El Camino de Andrés, sus protagonistas han compartido su experiencia a modo de resumen en Facebook, como han hecho con el resto de jornadas. Esta, sin embargo, adquiría el matiz especial de ser la última, la del objetivo conseguido.
— El Camino de Andrés (@CaminodeAndres) 24 de agosto de 2018
Los héroes de Buenavista han relatado como la etapa «terminó en un santiamén», con «sensaciones encontradas, no queríamos que se acabara pero queríamos llegar cuanto antes». El equipo ha destacado el cariño con el que fueron recibidos en Santiago por peregrinos, vecinos y turistas. «En esta etapa, más que en otras, la gente se volcaba con nosotros; sentíamos el aliento de todos desde lejos que nos hacía ir cada vez más rápido y con más fuerza«. Así, ha contado como «justo en el límite con el casco antiguo, a falta de menos de un kilómetro, el destino hacía que varias parejas de ciclistas con las que nos habíamos cruzado en varios momentos del camino aparecieran en ese momento y felicitaran de forma muy emotiva a Andrés ,y así nos fuimos abriendo paso entre la multitud para llegar a la catedral y la plaza del Obradoiro».
Los últimos kilómetros se resumen en esta frase: «Todos querían una foto con Andrés y eso nos emocionaba». El joven buenavistero no escondía en absoluto su felicidad por llegar a la meta, levantando el brazo en señal de victoria en múltiples ocasiones. Lo que parecía un sueño, terminó este viernes convertida en una bonita historia de superación. Misión cumplida.
