La romera mayor de San Roque es culatera. Ana Isabel de Luis Pérez, del barrio de San Juan del Reparo, se llevó el título de la mujer garachiquense más elegante dentro de la Fiesta de las Tradiciones en la glorieta de San Francisco, y se lleva el galardón para un barrio que llevaba esperando por él demasiado tiempo.
Eran las 23.50 horas de la noche cuando Garachico conocía el nombre de su nueva romera mayor. Una gala algo más corta que en otras ocasiones pero excelentemente conducida por Raúl Pérez y Ubaldo Hernández, que finalizó, como marca el protocolo, con la ofrenda a San Roque. La imagen del patrón apareció en la fachada del Ayuntamiento y, a sus pies, romera, candidatas y niños le ofrecieron sus caritas.
Pero empecemos por el principio. Un año más, el acto comenzaba puntual. Y, un año más, la obertura volvía a sorprender. No es arriesgado afirmar que se trata, edición tras edición, de uno de los momentos más completos y espectaculares de la Fiesta de las Tradiciones, en gran medida por el trabajo que supone montarlo.
La obertura se consolida como uno de los momentos más espectaculares de la gala
Las escalinatas de San Francisco, limpias este año de andamios en forma de escenario, fueron recibiendo a decenas de figurantes del grupo Añate que iban recreando diferentes oficios artesanales, entre antiguas estampas de la fiesta de San Roque y mientras las coplas señalaban que las tradiciones están tan unidas a un pueblo «como el Roque a Garachico». Entre el gentío de las escalinatas se encontraban, las diez candidatas a romera mayor, que posteriormente protagonizaron el primer pase de la noche.
Con la parranda caletera de los Mayores de San Andrés Apóstol entró la romera de la tercera edad, Zoila Illada; y con el tajaraste de los niños lo hicieron los romeros infantiles, Noa Lorenzo y Adrián Amador, mientras el más de millar de personas que llenaban la glorieta y la plaza de la Libertad comenzaba a animarse. Y mientras las campanas de la ermita de la Virgen de los Reyes repicaban, llegó la romera mayor de 2017, Jennifer Hernández Guerra. Precioso homenaje del barrio que representó el año pasado.
Heriberto González pidió respeto para los certámenes de belleza y los animales en las romerías
En la salutación del alcalde, Heriberto González utilizó un tono bastante reivindicativo para elogiar la labor de los vecinos que deciden asumir la organización de las fiestas, con todos los hándicaps que conllevan, donde además «se cuestiona la celebración de certámenes de belleza y la participación de animales en la romería, arrastrando las carretas». El primer edil pidió respeto para todos y se llevó el aplauso del público.
Con folías al glorioso San Roque, la Parranda Chasnera sirvió de cauce para el siguiente acto de la noche: la intervención del mantenedor de las Fiestas, Andrés Rumeu de Lorenzo-Cáceres que, cosa curiosa, también formaba parte del jurado para elegir a la romera mayor, dados sus conocimientos sobre la vestimenta tradicional.
Rumeu comenzó glosando la veneración de Garachico por el santo que la libró de la peste en 1606 e hizo un repaso por la historia del municipio. Como era de esperar, la parte central de su discurso fue para poner de manifiesto la fascinación del pintor Alfred Diston, ascendiente suyo, por la vestimenta tradicional canaria, describiendo algunas de sus láminas más ricas y clasificadoras.
En esta Fiesta de las Tradiciones hubo tiempo para todo. También, para que la Asociación de Carreteros reconociera a José Baute su labor durante décadas en pro de la Romería de San Roque. Y, tras él, el segundo y decisivo pase de las candidatas, ataviadas con diferentes trajes de los pueblos de Tenerife.
En definitiva, una gala muy animada y llevadera que culminó con romera mayor, fuegos artificiales y el Viva San Roquito a las plantas del santo protector. La fiesta mayor de Garachico ha estallado. Toca disfrutarla.
