Vuelve a exponer en Tenerife después de experiencias internacionales que le han enriquecido como artista. No obstante, M.Lohrum asegura a DAUTE DIGITAL que estaba «deseando volver a exponer aquí y estoy encantada de cómo los espectadores han recibido mi proyecto». ‘Re-Thinking the Trace’ estará hasta el próximo domingo 20 de mayo en el Espacio Tea de Garachico, en el Espacio de Arte La Casa de Piedra.
Tus orígenes son un cruce de culturas, ¿cómo ha influido eso en ti como artista?
Crecer en una familia en la que celebran tradiciones de distintos países, se hablan varios idiomas, etc. siempre me ha ayudado a valorar las cosas desde múltiples puntos de vista; a comprender que existen diferentes maneras, y todas ellas igual de válidas, de afrontar una determinada situación, ya sea en mi proceso artístico o en mi vida cotidiana.
Ha tenido un efecto muy marcado en mi identidad. No puedo afirmar rotundamente ‘me siento canaria’, o ‘italiana’ o ‘alemana’. Soy todo eso a la vez en distintos aspectos de mi personalidad.
«Mi multiculturalidad se ha traducido en pandisciplina»
Respecto a mi práctica artística esta multiculturalidad se ha traducido en multidisciplina, o mejor dicho pandisciplina. Creo que ni mi proceso creativo ni mi producción artística encajan en ninguna de esas categorías por separado, sino que son una mezcla de todas ellas.
¿Cómo sienta volver a Tenerife después de exponer en otros países donde la percepción del arte es diferente?
Estaba deseando volver a exponer en Tenerife y compartir mi aprendizaje y enriquecimiento con mi público local. Estoy encantada de cómo los espectadores han recibido mi proyecto expositivo y del grandísimo apoyo recibido por el Tea.
En ‘Re-Thinking the Trace’ “re-piensas” y haces “re-pensar”, ¿es necesario plantearse y replantearse todo en la actualidad?
Creo que estamos viviendo un punto de inflexión en la historia de nuestra civilización en el que, por nuestro propio interés, resulta completamente necesario replantearse muchas cosas. Desde nuestro modelo social hasta la forma en que nos relacionamos con el medio ambiente. Estos tiempos demandan creatividad y espíritu crítico.
¿’Re-Thinking the Trace’ se puede comparar a un lienzo sin marco? Por eso de que el tiempo y el espacio son secundarios, parece desprendida de cualquier contexto…
Bueno, de hecho, es precisamente al contrario. Lo que yo planteo es que, históricamente, en el concepto de exposición nociones como espacio y tiempo han sido (y en muchos casos siguen siendo) ideas secundarias que no jugaban ningún papel fundamental. La mayoría de exposiciones al ser trasladadas a otra sala siguen funcionando exactamente igual.
Es decir, no varían. En cambio ‘Re-Thinking the Trace’ es un proyecto expositivo basado en el dibujo performativo, (esto es, en dibujos realizados mediante performances duracionales) que además responde y se adapta al entorno arquitectónico de cada espacio expositivo concreto: tiempo y espacio cobran un enorme protagonismo y se tornan indispensables.
Previo a la muestra desarrollaste una performance participativa, ¿cómo explicarías este concepto?
Uno de los conceptos que invito a re-pensar con esta exposición es el de autoría de la obra. Cada vez estoy más interesada en la creación de obras colectivas y en la participación del público durante las performances. Creo que resulta muy enriquecedor, no solamente para mí sino también para la gente.
Por eso una de las cinco obras expuestas en el Espacio Tea de Garachico fue realizada mediante una performance participativa, un evento de aproximadamente una hora en el que el público, siguiendo mis directrices pero con bastante margen para la improvisación, fue quien creó la pieza.
Me encantó ver cómo ellos se hicieron partícipes de mi proceso creativo y disfrutaron de la obra mucho más que si solamente la hubieran observado.
¿Es necesario valorar más el arte de los canarios en Canarias?
En general diría que sí que existe cierta tendencia por parte de la población canaria a valorar más lo que viene de fuera. Pero esto no ocurre solamente con la cultura, no hay más que ver el éxito que tienen otro tipo de productos importados de carácter no cultural, que no necesariamente son mejores que los locales.
Creo que en Canarias hay mucho potencial y talento, y por supuesto que debemos valorarlo.
