Los molinos de la soledad

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Los molinos modernos son estilizados y tienen cierto aire del orgullo de esta época. Nos hablan del futuro. Transforman el paisaje antiguo en una escenografía de vanguardias renovadas.

Esbeltos dedos de metal que emergen de la nada. Parece que crecen de la estéril tierra de Teno Bajo, fecundados por arte de magia en alguna semilla traída de mundos irreales.

El paraje es hermoso. Nuevos colores y nuevas formas aparecen ante los ojos. El suelo rojizo quemado por la lava antigua brilla bajo el sol inclemente. La frondosidad de las tierras del norte y la umbría humedad de las medianías queda atrás como un sueño deseado. Una puerta invisible nos abre paso a mundos nuevos.

Entramos en otra forma de belleza.

Es la tierra del viento. Ulula entre las rocas y los cardones, clarinetes vegetales, componen sinfonías cuando pasa y se enreda en sus brazos.

A lo lejos los concheros guanches custodian historias del pasado. No es posible el olvido. Nos hablan de civilizaciones aborígenes, de hombres y mujeres que hablaron con otras palabras, que amaron bajo otras leyes.

Estíbaliz de la Cruz

Épocas remotas que claman para ser recordadas.

La tierra es la página en la que la historia escribe su eterno relato. Los hombres la borran muchas veces.

Los modernos molinos se alinean hasta el saliente de El Jurado como soldados de una guerra inútil, allí brama el mar enfurecido por siglos de olvido. Silenciosos y pacientes buscan al viento para que les da sentido. Y en aquel reino de Eolo, en paz, se conjuga el pasado con el futuro.

En la naturaleza es posible el diálogo. Pasado y futuro se reescriben juntos. Lo ancestral dialoga con lo incierto, con lo que está por venir para buscar sentido.

Ante ese espectáculo es incomprensible la avilantez humana. La torpeza de mujeres y hombres públicos incapaces de dialogar, de intercambiar palabras y de coexistir. Dejemos que el viento renueve ideas, despeje senderos por los que caminar en compañía.

La tierra necesita personas, no burócratas, ni funcionarios beodos de poder.