«A lo mejor hacía falta que las charcas de Erjos se secasen y que la gente se alarmase para darnos cuenta del valor natural que tienen». El naturalista Juan José Ramos, gerente y propietario de Birding Canarias, lamenta que este hábitat para numerosas aves migratorias y otros vertebrados sea noticia estos días a consecuencia de la sequía que padece Tenerife y el resto de islas.
Las charcas se encuentran en terrenos privados
De hecho, aunque en las últimas horas la lluvia haya hecho acto de presencia, la situación de la comarca sigue siendo preocupante y harán falta muchas más precipitaciones para que las charcas de Erjos vuelvan a llenarse.
En todo caso, el naturalista silense, que está realizando un seguimiento de los peces en Erjos, apunta que en ocasiones es beneficioso que humedales como estos se sequen, pero que «se podría regular a través de un modelo de gestión que crease también cubetas de inundación».
Para Juan José Ramos, «las charcas se han secado porque no ha habido una protección real», y recuerda que a día de hoy siguen siendo de titularidad privada«. A pesar de estar dentro del Parque Rural de Teno, «deberían ser públicas para el uso y disfrute de todos; pero ahora no se puede diseñar un itinerario o instalar una mesa interpretativa, por ejemplo», señala.
Ramos pone el foco en la gestión del agua. «No nos hemos planteado hacer un uso racional del agua; seguimos sin implantar modelos de ahorro y sin adaptar nuestro modelo de vida», critica. También destaca la importancia de reutilizar las aguas negras mediante la depuración, «algo que ya se planteó hace algunos años para las charcas aprovechando el agua del barrio», recuerda.
Las charcas de Erjos se originaron en la segunda mitad del siglo pasado por la extracción de áridos en la zona, pero en las últimas décadas se han convertido en un auténtico santuario para la flora y la fauna.
En declaraciones a Radio Club Tenerife, el alcalde de Los Silos hablaba este martes del estado actual del lugar como «un referente para la observación de aves que ahora está totalmente deshabitado». «Las imágenes dicen mucho de una sequía absoluta. No hay agua, o empieza a llover o estaremos ante un panorama muy dramático», apuntaba Santiago Martín.