Punta de Teno vuelve a ser noticia, pero esta vez por unas manchas marrones que este aparecían en la costa. La alama partió de la oposición municipal en el Ayuntamiento de Buenavista del Norte, relacionándole con vertidos de aguas fecales, de lo que posteriormente se hicieron eco varios ciudadanos y colectivos vecinales.

«Aquí podemos ver una posible consecuencia de la nefasta gestión de las aguas residuales en la isla de Tenerife. Los vertidos incontrolados provocan la contaminación de nuestro mar y nuestra costa», publicaba Sí se puede en las redes sociales, haciendo responsable al Cabildo de Tenerife.

Horas más tarde, los ecosocialistas rectificaban y apuntaban que «puede no deberse a los vertidos de aguas residuales sin depurar». «Aunque no hay análisis que determinen una cosa u otra, biólogos marinos nos trasmiten que probablemente estas manchas estén compuestas por unas microalgas ligeramente tóxicas (mejor no bañarse cuando las veamos) que forman colonias muy grandes», señalaban.

Foto: Sí se puede Buenavista

En efecto, desde la Consejería de Aguas del Cabildo indican este argumento y, preguntados por DAUTE DIGITAL, prefieren no añadir nada más «entre otras cosas, para que este rumor no se difunda más de lo que hasta ahora se ha hecho».

Por su parte, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias afirma que estos casos «entran dentro de la estadística normal; no es lo deseable pero sí lo esperable», causado por una temperatura alta del agua y el mar en calma». Esther Fierro, coordinadora del programa de Playa de Salud Pública, indica en Cope Canarias que se trata de un bloom de microalgas que afloran masivamente a la superficie del mar, dando un «aspecto feo y espumoso del agua, pero que en absoluto tiene que ver con vertidos de aguas fecales». «Se trata de un fenómeno natural», añade.

Las corrientes marinas provocan que estas manchas lleguen en ocasiones a la costa, como ha pasado en las últimas semanas en varias playas de Tenerife que han tenido que ser cerradas al baño. Aseguran que el nivel de toxicidad es mínimo, razón por la cual, a pesar de que los expertos aconsejan cautela, no se considera peligroso el baño. Salud Pública recalca que continuamente se toman muestras de la calidad del agua en las playas y piden «tranquilidad absoluta» ante estos fenómenos.