Los fenómenos costeros que afectan a Garachico están más cerca de ser previsibles gracias a los estudios oceánicos realizados por PLOCAN (Plataforma Oceánica de Canarias).

La noticia se publicaba hace unos días y en declaraciones a COPE Canarias, Octavio Llinás, director de esta entidad, ha asegurado que se trata de un sistema realizado en otras islas del Atlántico como Madeira y Azores.

«En principio no es que se cree un sistema de vigilancia especial. Se van a utilizar los sistemas que existen. Hay sistemas de previsión de oleaje oceánico y de lo que se trata es de focalizar para que se ajuste a un problema concreto como es el de Garachico», aseguró Llinás.

Así, dentro de un marco de cooperación entre varias entidades, se aplicarán estos sistemas que pondrán el foco en Garachico.

«Como método científico, se basa en el ensayo y error»

Octavio Llinás declaró que, como cualquier método científico, «se basa en el ensayo y el error, se aplica la tecnología conocida, se prueba y aplica a la situación más adecuada».

PLOCAN tiene claro que se trata de adaptar los sistemas barimétricos ya existentes a las características de la costa garachiquense: «estos fenómenos, cuando se van acercando a la costa y a sitios muy concretos, la topografía local, la morfología de la costa, del fondo… le introduce peculiaridades que hacen que de repente la ola en la esquina de un paseo sea enorme y en otra no», especificó el director de la plataforma oceánica.

Todas estas acciones están siendo realizadas por la viceconsejería de Medio Ambiente y la dirección general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, PLOCAN y el Ayuntamiento de Garachico.

Este último tiene una importancia relevante ya que Llinás considera que «los efectos que causan esas olas cuando llegan a tierra los conoce mejor que nadie los que los viven en el lugar».

Cuándo se comenzará a prever

«En principio, ya estamos trabajando en ello, caracterizar la zona, identificar. Vamos a tratar de entender bien dónde se producen ese tipo de problemas», afirmó Llinás. Más adelante, se acoplarán algunos de los modelos que se tienen en los casos de rebosamientos, simular la zona en concreto y ver hasta dónde llega esa simulación estándar.

«A partir de ahí- continúa el director de la plataforma canaria- se determinará si hace falta añadir elementos singulares de la zona que pueden ir desde modificaciones en el propio modelo, hasta la necesidad de hacer batimetrías más precisas para entender si hay una orografía del fondo que hace que el modelo no se cumpla por la particularidad», explica.

A lo que añade que «o incluso si hiciera falta se podría llegar a poner una sensórica especial para medirlo directamente en ese sitio».

 

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Más de una década al servicio de la comunicación