Calderos, pitos, bocinas, voces reivindicativas clamando los objetivos a conseguir o los últimos éxitos del género latino más de moda en la actualidad: reggaeton. Este último elemento sonoro llamó la atención sobre manera ya que un altavoz transportado en una especie de carro llevó la voz cantante, nunca mejor dicho, de la manifestación celebrada este domingo 19 de marzo en Buenavista.
Desde la llegada de los manifestantes a Daute-Flor para iniciar la marcha se sentían las vibraciones del bajo latino. Las cabezas de los allí presentes suben y bajan al ritmo de los compases que en las discotecas hacen mover las caderas. Y algunas también se movieron allí ya que la intención de esta música no es otra que la de moverse, al igual que el objetivo último de una manifestación: moverse para el cambio a conseguir.
Era curioso. Por momentos, ese amplio aparcamiento con esa música podía parecerse a un polígono nocturno en el que poder hacer botellón un sábado noche. Pero el ámbito era bien distinto. Tal vez por eso a algunos no les pegaba el hilo musical escogido. Quizás, algo de rock reivindicativo hubiera casado mejor aunque tampoco hay que estereotipar.
Comienza la marcha y la música ya se confunde con las baterías de cocina más viejas de casa. Algunos calderos en los que arrugar unas papas y también otros en los que bien cabe una carne en adobo. También había instrumentos de percusión que no podían faltar. Todos estos elementos en las manos de los más pequeños que acompañaron a sus padres a la manifestación. Lo mejor de todo es que se alternaban los gritos reivindicativos, la música y la voz a través del altavoz de David Díaz, presidente del Club Náutico Punta de Teno.
Des-pa-ci-to
Loli Díaz, secretaria del colectivo, decía “vayan más despacio, despacito». Y entonces, suena el tema más de moda. El tema por excelencia, hiperversionado en estos últimos meses, cantado hasta la saciedad y bailado en carnavales una y otra, y otra, y otra vez. Díaz dice “despacito” y suena en la voz de Luis Fonsi: “des-pa-ci-to. Quiero respirar tu cuello despacito (…)“. Faltó que alguien distribuyera los versos como Daddy Yankee.
A medida que la manifestación avanzaba el reggaeton dejó de escucharse y se oían más los gritos “transparencia, participación”, “no al cierre, sí a la regulación” y el hit más alto de la lista de éxitos “la alcaldesa, ¿dónde está?”. Se antoja necesaria una lista como la de los 40 principales y obtener una frecuencia de radio para recuperar los sonidos que marcaron la marcha buenavistera.
¿Habría música puesta en la guagua 369 destino Teno que pararon los manifestantes? Por la cara del chófer no estaba escuchando “des-pa-ci-to” sino más bien “estoy clavado”, como la canción que seguro entonó Maná en el campo de fútbol de Buenavista hace unos años.
Expertos en música había entre los participantes: Antonio González Fortes, concejal de Sí se puede en la oposición y exalcalde. Además de mostrar su postura acerca del tema que ocupaba la manifestación también podría elegir qué tema fue el más sonado y cuál se merece estar en el primer puesto de la lista. Sería un jurado especializado para este derrotero musical.
Y más anécdotas sonoras: todo acabó en la plaza de Los Remedios. Justo cuando más hacía falta amplificar el sonido para escuchar el verdadero sentir de la marcha, el manifiesto en su versión remix ecosocialista, va y se estropea el ‘tinglado’. La conexión inalámbrica entre el altavoz y el micrófono tuvo que fallar. Un elemento de sonido que no hubiera fallado, seguramente, y que es muy propio de las manifestaciones faltó: el megáfono.
No obstante, el presidente del Club Náutico Punta de Teno tiene buena voz y se pudo escuchar bien alto junto a otro compañero. Ese fue el cierre sonoro de esta manifestación que siempre se recordará por ir acompasada de una manera diferente.